España se baja los humos: «No demos nada por hecho, no nos gusta este escenario»
En el seno de la selección española hay una euforia contenida. El equipo está más que satisfecho por el resultado cosechado ante Costa Rica por un holgado 7-0, pero nadie –ni el más optimista– quiere lanzar las campanas al vuelo. «No demos nada por hecho. El escenario que hay es complicado hasta para nosotros», aseveran desde el equipo.
La derrota de Alemania ante Japón por 1-2 ha hecho que el conjunto dirigido por Hansi Flick pueda comparecer el próximo domingo en el Al-Bayt Stadium sabiendo que si no gana a España estaría eliminada. Japón juega ese día antes contra Costa Rica y podría alcanzar los seis puntos en el grupo E.
España podría verse en la tesitura perder contra los germanos y tener que jugárselo a todo o nada con Japón pudiendo producirse un escenario de triple empate a seis puntos en el grupo. Quizá por eso se argumente el castigo en forma de goleada que ha recibido a Costa Rica con España no bajando el pie en ningún momento buscando tener ganar una resolución por goal-average.
Antes de ponerse a pensar en eso, España tiene que jugar contra Alemania y Luis Enrique no oculta sus ganas. «Ahora hay que preparar ese partido tras haber jugado muy bien hoy. Este equipo no se va a relajar y vamos a intentar jugar igual el domingo. No vamos a especular nada», dijo el técnico.
España no quiere flores
Luis Enrique no quiere elogios para un equipo que ha sorprendido al más optimista. «Las buenas palabras nos debilitan. Todos reconocemos que la cabeza es muy importante para todo. Ha sido vital para mí afrontar este partido desde una perspectiva de calmar al futbolista y ahora tenemos otro escenario contra Alemania», añade.
El técnico, como buen cazador, tiene ante si la posibilidad de cobrarse la ‘cabeza’ de una selección cuatro veces campeona del mundo. Y eso para este grupo aumenta el nivel de interés y sobretodo de motivación de un partido que era catalogado como el más espectacular de la primera fase.
En la expedición española no se quiere oír la palabra campeón ni nada semejante. «Vamos a ir partido a partido», apunta Dani Olmo en un mantra muy extendido en el vestuario. España ha mandado un mensaje al mundo ganando su primer partido en un Mundial desde 2006. Ahora, como se dice en la jerga tenística, toca consolidar el break y eliminar a Alemania del Mundial.