Argentina-Francia: una final con estrella
Se para el mundo. La finalísima se juega. Por un lado, la aspirante que lleva soñando con este momento desde 1986. De por medio, dos finales lloradas en 1990 y 2014. Al otro, el campeón. El gallo de Europa. El nuevo orden continental. El gran dominador. Desde 1998 ha jugado tres partidos de esta categoría ganando dos de ellos. Sólo Italia en 2006 les arrebató la estrella. En Lusasil buscarán seguir mandando. Francia y Argentina miden sus fuerzas en un partido tremendamente disputado donde también se verán las caras el que ha sido el mejor jugador de los últimos años junto a Cristiano Ronaldo, con el que está llamado a enarbolar la bandera del fútbol: Messi contra Mbappé. Un partidazo espectacular donde sólo puede quedar uno.
Argentina llega a esta final haciendo bueno ese dicho de lo que mal empieza bien acaba. Y tanto que empezó mal. Una derrota contra Arabia Saudí en la primera jornada puso en jaque a los de Scaloni, que desde ese momento sólo han jugado, y ganado, finales. Vencieron a México y Polonia para acabar primeros. Sufrieron, pero ganaron, contra Australia en octavos, doblegaron desde la tanda de penaltis a Holanda y superaron con autoridad a Croacia en semifinales. Cinco duelos a todo o nada que han llevado a Argentina al partido que todos quieren disputar.
Scaloni llega a este encuentro con los 26 jugadores disponibles. Todos están listos para la batalla. El seleccionador argentino tiene la gran duda de jugar con tres centrales o apostar por defensa de cuatro, mientras que Di María, que ha estado todo el torneo arrastrando molestias físicas, podría ser la gran novedad en el once. El que no se lo perderá será un Messi que busca decir adiós a los mundiales con la copa bajo el brazo.
La campeona, a escena
Francia llega a este encuentro demostrando una solidez envidiable y pocas veces vista. Con aroma de campeón, los de Deschamps han ido superando desde el primer partido a todos sus rivales. Sólo Túnez, en la tercera jornada de la fase de grupos y sin nada en juego, fue capaz de ganarla. En octavos doblegó con autoridad a Polonia, en cuartos superan con algún susto que otro a Inglaterra y en semifinales vencen a la sorprendente Marruecos.
La mejor noticia para Deschamps es que podrá contar con los 24 jugadores que continúan en Qatar, ya que por el camino ha perdido a Karim Benzema, que ha preferido no acudir a la final, y a Lucas Hernández, lesionado de gravedad en el primer partido. Todos han superado el virus que ha azotado a la concentración gala en los últimos días, mientras que Tchouaméni y Theo han podido recuperarse de dos golpes. Por lo tanto, si no hay contratiempos, el seleccionador galo apostará por su once de gala para buscar la tercera estrella.