¿Pueden las mascotas beber cualquier tipo de agua?
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Cuando adoptamos un perro o un gato como mascota, debemos saberlo todo sobre sus necesidades para velar por su bienestar. El agua es fundamental para que su organismo funcione adecuadamente. Pero, ¿pueden las mascotas beber cualquier tipo de agua? Lo cierto es que no hay una respuesta universal porque dentro de la comunidad científica existen diferentes opiniones.
Por un lado, hay quienes defienden que las mascotas sólo deben beber el agua que tomamos nosotros. Es decir, agua filtrada o embotellada, ya que la del grifo tiene un alto contenido en minerales, bacterias y cloro y podría dañar su organismo. Sin embargo, otros expertos opinan que los perros y gatos son mucho más resistentes que los humanos, de forma que pueden beber cualquier tipo de agua.
¿Cómo ponerles agua a las mascotas?
La realidad es que les ponemos a nuestras mascotas agua en el bebedero dos o tres veces al día, y permanece ahí durante varias horas seguidas. Los animales sólo beben cuando tienen sed, de forma que con el paso del tiempo los minerales se asientan en el fondo y se disipan algunos químicos. Por lo tanto, no es necesario que les pongamos agua filtrada.
Hay algo en lo que todos los veterinarios y expertos en salud animal coinciden: lo más importante, más allá del tipo de agua, es que el bebedero de los perros y gatos esté limpio. Tenemos que cambiar el agua dos o tres veces al día, sobre todo en los meses de verano. Además, en las horas centrales del día, cuando las temperaturas son más altas, podemos añadir un par de cubitos de hielo.
¿Cuánta agua necesitan los perros al día?
No existe una cantidad establecida de agua que debe tomar un can al día. Depende en gran medida de si se alimenta de pienso seco o húmedo: en el primer caso necesita entre 30 y 50 mililitros de agua diaria por cada kilo de peso. Por lo tanto, si tu perro pesa 10 kilos, tiene que tomar entre 300 y 500 mililitros.
También varía según su estilo de vida. Si el perro es sedentario y vive en una zona donde el clima es frío no tiene que beber mucha agua al día. Si en cambio hace mucho ejercicio físico y vive en un entorno cálido, necesita beber una gran cantidad de agua para refrescarse y que sus funciones vitales no se vean afectadas.
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