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Los increíbles beneficios psicológicos de tener un perro

Los increíbles beneficios psicológicos de tener un perro
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

En situaciones estresantes, las investigaciones sugieren que la presencia de un perro puede generar una respuesta fisiológica menos intensa en los dueños, en comparación con interacciones similares con amigos o parejas. Diversos estudios destacan el impacto psicológico del apoyo incondicional proporcionado por los perros. La capacidad de los caninos para reconfortar, calmar y ofrecer apoyo sin necesidad de palabras se ha convertido en un tema de estudio creciente.

La profesora de psicología Evangeline Wheeler, de la Universidad Towson de Maryland, señala la previsibilidad y confiabilidad de los perros, destacando su amor incondicional como una fuente de seguridad emocional. La presencia silenciosa y no juzgadora de los perros puede tener un efecto calmante superior en situaciones de ansiedad o presión, superando a veces la compañía humana.

Así ayudan los perros a mejorar el estado de ánimo de sus dueños

Investigaciones publicadas en revistas como ‘Psychosomatic Medicine’ y ‘Emotion’ revelan que la interacción con perros durante pruebas de estrés, como operaciones aritméticas mentales o tareas desafiantes, resulta en menores incrementos de la presión arterial y frecuencia cardíaca en comparación con la presencia de cónyuges o amigos.

Además, se ha observado que la interacción con perros contribuye a un aumento del estado de ánimo y una reducción de la ansiedad en situaciones estresantes, según un estudio publicado en la revista ‘Emotion’. La conexión emocional con los perros proporciona un apoyo social sin juicio, ofreciendo una sensación de seguridad y emociones positivas.

Hablar con los perros sobre emociones difíciles es una forma beneficiosa de expresar sentimientos, ya que los perros escuchan sin juzgar y proporcionan un espacio seguro para la comunicación. Las personas tienden a confiar más en sus perros que en sus parejas o amigos en temas emocionalmente intensos, según un estudio publicado en ‘Anthrozoös’.

Asimismo, la expresión verbal de emociones, especialmente las negativas, ha demostrado reducir la intensidad de los sentimientos negativos. La relación con los perros sirve como un espacio seguro para expresar emociones sin temor a juicios o desacuerdos. Esta interacción libera oxitocina, conocida como la «hormona del amor», disminuyendo las respuestas de estrés a corto plazo, según recoge ‘National Geographic’.

¿Cómo perciben los perros las emociones?

Los perros tienen la capacidad de captar las emociones humanas, como el miedo y la felicidad, a través de su agudo sentido del olfato, y utilizan esta habilidad para sincronizarse con el estado de ánimo de sus dueños, según un estudio publicado en la revista ‘Animal Cognition’.

El investigador Biagio D’Aniello de la Universidad de Nápoles llevó a cabo el estudio, tomando muestras de sudor de los dueños mientras experimentaban diferentes emociones al ver películas. Cuando los perros olían el sudor asociado al miedo, mostraban signos de estrés y se acercaban a sus dueños en busca de consuelo. En cambio, al oler el sudor asociado a la felicidad, se mostraban más relajados y dispuestos a acercarse a extraños.

Este hallazgo sugiere que los humanos pueden influir inadvertidamente en las emociones de sus perros a través de los olores que liberan. Otro estudio revela que los perros también ajustan sus expresiones faciales en respuesta a la atención humana, destacando la complejidad de las interacciones emocionales entre humanos y canes.

¿Tienen un sexto sentido?

Los perros parecen poseer un «sexto sentido» que les permite percibir y reaccionar ante situaciones de una manera extraordinaria. Esta percepción ultrasensorial se manifiesta en su capacidad para detectar emociones humanas, identificar malas intenciones y anticiparse a cambios en el entorno.

Estudios realizados por investigadores de la Universidad de Tokio sugieren que los perros pueden discernir entre mentirosos y personas sinceras, rechazando seguir las indicaciones de quienes mienten. Además, experimentos muestran que los perros no aceptan comida de personas que tratan mal a sus dueños, revelando una sensibilidad especial hacia las intenciones y el trato hacia los humanos.

La percepción ultrasensorial de los perros se relaciona con su agudo sentido del olfato, que les permite detectar olores imperceptibles para los humanos, como cambios hormonales o la anticipación de desastres naturales.

Investigaciones de la London University indican que los perros ven en el espectro ultravioleta, proporcionándoles una visión única y complementaria a su olfato desarrollado. Su capacidad para detectar cambios en el sonido y anticiparse a eventos como terremotos o tsunamis demuestra su extraordinaria sensibilidad a las alteraciones en su entorno.

En resumen, el «sexto sentido» de los perros se basa en una percepción aguda de información a través de sus sentidos, una interpretación diferenciada de las señales ambientales y una respuesta instintiva a situaciones fuera de lo común, lo que les permite prever desastres y catástrofes. Su capacidad va más allá de la inteligencia animal convencional, evidenciando una conexión única con el mundo que los rodea. Pueden asociar sonidos, olores y comportamientos, lo que, combinada con su naturaleza observadora y alerta a las rutinas, demuestra su agudeza sensorial y su inteligencia.

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