5 tips para poner orden en tu gallinero

Cómo poner orden en tu gallinero es una de las preguntas que más se repiten quienes consideran instalar su propio corral en casa o en una finca. Todo con el fin de que la experiencia resulte beneficiosa y que la cría de estas populares aves, una de las fuentes más importante de alimentos humanos, no se convierta en un hecho traumático. Después de todo se trata de una tradicional actividad familiar, en la que hasta los niños pueden estar involucrados.

Lo primero que se requiere es de un criadero amplio. Con espacio suficiente para que todos sus ‘inquilinos’ puedan moverse con comodidad. Es importante igualmente contar con un número necesario de bebederos y comederos acorde con la cantidad de ejemplares que convivan dentro.

Hay que considerar además que, quienes asuman la responsabilidad de vigilar estas instalaciones, también requieren moverse en el interior de ellas con facilidad. Esto implica puertas que se abran y se cierren sin mucho trabajo, pero que garanticen que ninguna gallina pueda escapar. Así mismo, debe evitar la entrada de cualquier alimaña que quiera alimentarse con los huevos o las propias gallinas.

Un gallo: la mejor manera de poner orden en tu gallinero

Son aves muy territoriales a quienes les gusta seguir un orden jerárquico claro. Para simplificar los conflictos, lo mejor es mantener un solo gallo por corral, junto con unas 12 gallinas. El macho se posicionará sin oposición como el líder. Las hembras se pelearán entre ellas para establecer su propio orden debajo del ‘alfa’.

Si no hay gallos en el gallinero, la ponedora que triunfe en el ‘campeonato’ interno de las gallinas asumirá un puesto de supuesto gallo. Un factor que resultará no del todo beneficioso para los criadores, ya que si bien esta mantendrá el orden, también dejará de poner huevos.

Cada vez que llegue una nueva gallina, la distribución jerárquica previamente establecida quedará ‘derogada’. Por lo que otro conflicto tendrá lugar para restablecer la disciplina. Son peleas a picotazos, en la que las personas solo deben intervenir en casos que un ave sea víctima de ataques desmedidos por parte del resto de sus compañeras.

Un solo gallo, pero bajo control

Los gallos son sexualmente muy activos, lo que les llevará a montar constantemente a las gallinas que tenga a su disposición. Si se observan hembras con pérdida de plumas en el cuello, es indicativo que el macho necesita de más ejemplares en quienes distribuir su atención. En caso contrario, empezará a entorpecer la puesta de nuevos huevos y se perderá el propósito y el orden en tu gallinero.

Tampoco es conveniente mantener a dos gallos en áreas demasiado próximas, aunque estén separados. Entre otras cosas, porque mantendrán una especie de concurso de canto, que puede molestar a los vecinos.