5 consejos básicos para hacer que tu perro te obedezca
Si tienes un perro como mascota seguro que en más de una ocasión te has preguntado qué puedes hacer para que te obedezca. Lo primero a tener en cuenta es que la educación temprana es fundamental. Hay veces en las que, del mismo modo que ocurre con los pequeños, a los cachorros se les permite todo: subirse al sofá, arañar los muebles, ladrar constantemente… Pero luego, una vez llegan a la edad adulta, cambiar este tipo de comportamientos es muy complicado.
No hay que olvidar que tener un perro no es ningún juego. Se trata de una gran responsabilidad, y hay que alimentarle, cuidarle y educarle como se merece para que tenga la mejor calidad de vida posible. El adiestramiento es esencial para que la relación entre el animal y el dueño sea buena.
Sin embargo, hay algunos casos en los que, por mucho que insistas, no hay forma de que tu perro te obedezca. Esto puede ocurrir por diferentes motivos, como por ejemplo que la educación llega muy tarde, o que el perro sufre algún trastorno de atención.
Reglas para todos
Es fundamental que todos en casa cumplan las reglas básicas que tú instaures para educar a tu perro. De lo contrario, se creará un conflicto que es muy difícil de solucionar. Por ejemplo, imagina que tú le prohíbes al animal que esté alrededor de la mesa mientras coméis, pero de repente otra persona le permite acercarse y le da comida. ¡No entenderá nada!
Nombre
Si quieres que tu perro te obedezca, tienes que darle las órdenes llamándole por su nombre. Llamarle utilizando silbidos o dando un aplauso no es la mejor opción. La fórmula es sencilla. Si se llama «Beethoven», cuando quieras darle una orden tienes que decir «Beethoven, siéntate», por ejemplo.
Refuerzos positivos
Desde el primer momento el can debe tener muy claro qué es lo que puede hacer, y lo que no. Debe saber dónde tiene que comer, dormir… Y, por supuesto, cualquier norma que hayas decidido, como no subirse al sofá o a la cama.
Puedes utilizar refuerzos positivos, como caricias, palabras de cariño, o también golosinas de vez en cuando.
Paciencia
Y, por último, no olvides que educar a un perro lleva tiempo, así que ármate de paciencia. No todos los canes al mismo ritmo ni tienen la misma capacidad para entender algunas órdenes. Cada uno tiene su propia personalidad, pero todos se pueden adiestrar, incluso cuando son adultos.
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