Más Madrid

Zasca del PP a Mónica García tras reclamar un protocolo contra los pinchazos: ya existe uno desde 2018

Mónica García
Mónica García. (Foto: EP)
Gonzaga Durán

La portavoz de Más Madrid, Mónica García, ha pedido al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso un protocolo contra «los pinchazos de sumisión química», a raíz de los relatos de varias mujeres que aseguran haber recibido pinchazos en las discotecas. García asegura que «no ha establecido ninguna medida» sobre este asunto, pero lo cierto es que la Consejería de Sanidad del Ejecutivo madrileño ya estableció un «protocolo de actuación ante sospecha de sumisión química» en noviembre de 2018.

«La Comunidad de Madrid no ha establecido ninguna medida contra los pinchazos de sumisión química. Exigimos un protocolo que incluya: pruebas en hospitales, formación a la policía local y campañas de concienciación en discotecas. Libertad y seguridad», señaló la dirigente de Más Madrid en un mensaje en las redes sociales. Este mensaje también incluía uno de su formación en el que defendía que «no podemos permanecer de brazos cruzados» ante «el aumento de casos de sumisión química a mujeres».

La diputada del PP en la Asamblea de Madrid, Ana Dávila, le ha recordado a Mónica García que el Gobierno de la Comunidad de Madrid ya aprobó un protocolo contra pinchazos en noviembre de 2018, cuando el presidente regional era Ángel Garrido y el consejera de Sanidad era Enrique Ruiz Escudero, que actualmente sigue en este cargo.

El protocolo

El «protocolo de actuación ante sospecha de sumisión química» se puede consultar en la web de la Comunidad de Madrid y tiene como objetivo «incrementar la sensibilidad en el diagnóstico de estos episodios hasta ahora poco conocidos y dar una respuesta médico-legal que garantice los derechos de las víctimas».

Esta normativa define la sumisión química como «la agresión sexual, robo, extorsión y/o maltrato, sufridos bajo la influencia de sustancias psicotrópicas» «La sustancia puede administrarse de forma subrepticia o aprovechar sus efectos para cometer el delito, por cuanto la víctima ve disminuida su capacidad para identificar una situación de peligro o resistirse a la agresión», apostilla.

El protocolo señala tres tipos distintos de sumisión química, así como el perfil habitual de la víctima, que suele ser «mujer joven, española o latinoamericana, que admite consumo de alcohol previo al episodio y que sufre amnesia parcial o total de los hechos».

«El protocolo facilita el diagnóstico de sospecha ante datos de anamnesis y exploración, la actuación clínica a seguir y detalla el procedimiento de recogida de sangre y orina, así como la custodia de las muestras con validez legal, a fin de que puedan ser de utilidad para la actuación judicial tras la denuncia por parte de las víctimas. Además, independientemente de que el paciente exprese su deseo de formular la correspondiente denuncia o no, y de la emisión del informe clínico asistencial, se indica la obligatoriedad de que el profesional sanitario cumplimente el documento ‘Parte de lesiones’, especificando claramente ‘Sospecha de sumisión química’, que puede dar pie por sí mismo a la intervención judicial», remarca la normativa.

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