Toni Cantó: «Los actores de derechas están callados porque saben que si hablan pagan un precio»
Toni Cantó (Valencia, 1965) ha publicado su autobiografía De joven fui de izquierdas pero luego maduré (Ediciones B), donde hace un recorrido por su vida política y personal y cuyo título busca ser la tesis del libro, tal y como cuenta en una entrevista con OKDIARIO.
Cantó habla sin tapujos con este periódico del mundo del cine, de la política, de sus ex partidos -UPyD y Ciudadanos-, de su nueva ‘jefa’, Isabel Díaz Ayuso, de Vox, de Macarena Olona y de su nueva labor al frente de la Oficina del Español de la Comunidad de Madrid.
PREGUNTA.- ¿Crees que en el mundo del cine hay una dictadura de izquierdas y si no lo eres estás como marginado?
RESPUESTA.- ¿Tú me sabrías decir un actor de derechas? Ahora mismo, ¿Me sabrías decir cinco? No. Eso no quiere decir que no los haya, quiere decir que están calladitos, escondidos, porque saben que si se sabe van a pagar un precio. Esto es así de claro. En el mundo de la cultura hay la misma cantidad de gente de derechas que en el mundo de la fontanería o en el mundo del derecho, la misma. Lo que pasa es que en el mundo artístico esto tiene un precio. Es una profesión en la que hay mucha precariedad y poco trabajo y, evidentemente, la gente quiere correr los menores riesgos posibles y poder aspirar a tener el mayor trabajo posible. Si has de estar calladito, estás calladito. Pero a mí me escriben y a mí me cuentan y a mí me dicen y a mí me felicitan.
La derecha debería cuidar también al mundo artístico para que salga del armario. En el sentido de que sepan que, por lo menos, va a haber un espacio donde van a poder trabajar o donde no se les va a castigar, y se contrata a quienes sean buenos, porque esto va de contratar a quien sea bueno. Punto. Más allá de la ideología. Me importa un carajo. Así debería ser, pero es es obvio que no es así.
P.- ¿Qué papel crees que jugaron tus ex partidos, UPyD y Ciudadanos en la historia de España?
R.- Un papel fundamental. Sobre todo, para poner encima del tapete dos o tres cuestiones vitales de lucha contra la corrupción, lucha contra el nacionalismo y todo el tema lingüístico. Yo creo que eso nació con ambos partidos.
Además, si algo bueno han tenido es que obligaron a los partidos grandes, viejos de España, a ponerse las pilas, porque antes no tenían ninguna necesidad, ponían una cabra de número uno y la cabra ganaba porque no había competencia. Yo que soy liberal, creo que la competencia y el mercado son muy buenos y esa es otra cosa que han aportado.
P.- ¿Y qué opinas que les faltó para perpetuarse?
R.- El centro es un territorio muy complicado, muy complicado, en el que tienes que tener todo como una moto de competición. Todas las piezas al 100%. Ninguno de los dos partidos las tenía al 100% y lo pagó con la muerte. Tienes que ser el mejor en dar la batalla de las ideas, pero tienes que ser el mejor también en crear la organización territorial. Tienes que ser el mejor en cómo llevar las financias, en comunicación, en redes… en todo, porque, sino, el espacio de centro puede ser ocupado por el PSOE o el PP, según qué época. Y ahora, evidentemente, es más fácil para el PP, porque la existencia de Vox le permite centrarse. Te quedas sin espacio y te comen los grandes, que es lo que le pasaba a Ciudadanos al final.
P.- ¿Crees que Vox es extrema derecha?
R.- Como decía Antonio Escohotado, la extrema derecha es un invento de la extrema izquierda. En este país no hay extrema derecha, lo que hay es extrema izquierda, proetarras, golpistas catalanes… Creo que el espantajo de la extrema derecha ya no se lo cree nadie. Vox es bueno para España. Consigue que haya un grupo muy importante de personas, millones de personas, que antes no tenían un espacio al que votar cómodamente, que ahora lo tengan.
P.- ¿Qué te parece lo que le han hecho a Macarena Olona con Salobreña?
R.- Quiere decir que es buena candidata. Si fuera mala candidata no lo hubieran hecho, pero como es buena han intentado y seguirán intentando desprestigiarla. Creo que ella ha demostrado en el Congreso que es una buena política y está haciendo una buena campaña. Toda la suerte del mundo.
P.- ¿Fue tu incursión en las listas de Ayuso una imposición de Génova como leímos esos días en la prensa?
R.- Yo leía esas cosas y decía: ni lo sé, ni me importa. Yo tenía una relación previa tanto con Miguel Ángel (Rodríguez) como con Isabel (Díaz Ayuso). A Isabel la admiraba y la había apoyado públicamente siendo de Ciudadanos. Cuando nos conocimos éramos dos políticos contándonos lo que estaba pasando, fue un momento delicado para ambos partidos después de las elecciones catalanas del 2021.
P.- ¿Qué crees que tiene Ayuso para haberse convertido en el fenómeno político que es ahora mismo?
R.- Es una mujer valiente. Cree en lo que dice a pies juntillas. No tengo ninguna duda de que es una mujer honrada, pondría la mano en el fuego por ella, sin ningún problema.
Ante la situación de pandemia que estábamos viviendo se la jugó para no arruinar a la gente, como hizo Ximo Puig en Valencia donde yo vivía. La gente premió esa gestión y la valentía de jugársela, porque se la jugó.
P.- ¿Irás en sus listas si te lo pide en las elecciones del año que viene?
R.- No creo que me lo pida ni creo que vaya a estar en ninguna lista electoral ya el resto de mi vida. No creo, aunque no tengo ni idea. No voy a hacer planes, pero no creo. Haciendo este libro me he dado cuenta de que ya estoy cerrando un ciclo de mi vida. No sé lo que tardará el cierre, pero sí que creo que estoy cerrando.
P.- ¿Cuáles son los siguientes proyectos que vais a llevar a cabo en la Oficina del Español?
R.- Entre finales de junio y julio presentamos tres o cuatro proyectos muy bonitos que tienen que ver con la labor social de la oficina del Español, que a mí me ilusiona y me llena mucho. Estoy muy contento de ver que nos copian, hacer tres días el Gobierno de Sánchez ha creado el Observatorio Global del Español y dices «¡Con todo lo que nos han criticado!».