Juegos Olímpicos: Bádminton

Carolina Marín espanta todos sus fantasmas de un plumazo

Carolina Marín sufrió como nunca para pasar a cuartos de final tras detectar un cambio de juego en el bádminton

La onubense se jugará estar en los partidos por las medallas con la japonesa Aya Ohori

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Carolina Marín quiere reconquistar el oro olímpico en París. (Getty)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
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  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Carolina Marín está en los cuartos de final de bádminton en los Juegos Olímpicos de París. Pocos antes del torneo lo hubiesen creído en una época en la que su deporte está viviendo un relevo generacional. «Ya no es como antes que en un par de ataque resolvías los puntos, ahora hay que hacer cuatro o cinco y a veces ni con eso», dijo la jugadora a OKDIARIO antes del torneo olímpico.

Ese análisis de Carolina Marín no pudo ser más certero. Su archirival de los últimos años y doble medallista olímpica, la india Pusarla Sindhu, estaba siendo apeada de los Juegos Olímpicos por la china He Bingjiao en la pista contigua a la que ella estaba jugando contra la americana Beiwen Zhang en los octavos de final. La nueva camada pega primero, pega fuerte y sin piedad.

Carolina Marín lo pasó realmente mal, pero en los momentos de máxima tensión supo tirar de experiencia para ganar en un tercer set agónico. La jugadora onubense había ganado previamente los siete partidos que había jugado frente a Zhang, pero en el último cayó en el mes de marzo siendo este sabor de boca un recuerdo que le había condicionado.

«Hace unos meses jugué contra ella en este pabellón. Fue un partido complicado. También lo perdí a tres sets y es cierto que hoy los nervios desde el primer momento me han podido. Por suerte pude focalizarme en mi juego a partir del segundo set y por ahí encontré el camino», dijo una Carolina Marín que con ese triunfo mandaba un mensaje a la nueva camada.

Un reto a su altura

Ahora le espera la japonesa Aya Ohori, número 10 del ranking y una nueva bombardera, que obligará a Carolina a sacar lo mejor de su repertorio. Contra la nipona sólo ha jugado en dos ocasiones repartiéndose victorias, pero con el ranking de sets en favor de su rival.

«Sé que no lo voy a tener fácil. Ya lo dije desde el principio y desde antes de venir aquí porque venimos todos a luchar por el oro. Pero en cuanto a mí misma, estoy contenta porque he superado una situación adversa, he superado los nervios y es una espinita que quería quitarme. Y sobre todo esto también me hace estar mucho más preparada para el siguiente partido», analizó la onubense.

Carolina Marín sabe que para volver a tocar la gloria de la que disfrutó en Río 2016 deberá dejarse el alma, pero sobretodo atacar como si no hubiese un mañana. «Tengo que hacerme grande en la pista, con esa energía soy imparable», zanjó con la sonrisa de quien sabe que ya no carga con viejos fantasmas en la mochila.

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