La boxeadora que se fue de un combate ante un trans pasó miedo: «Tenía que salvaguardar mi vida»
La italiana Angela Carini se retiró de un combate en los Juegos Olímpicos de París
"No podía continuar", dijo la boxeadora ante el escándalo en París
Una boxeadora italiana abandona su sueño olímpico a los 46 segundos tras recibir una paliza de un trans
Angela Carini, la boxeadora italiana que se retiró de un combate contra una rival trans en los Juegos Olímpicos de París, ha asegurado que «no podía continuar» en ese combate porque «tenía que salvaguardar mi vida». Esta es la gran polémica del gran evento deportivo y una imagen para la historia de los Juegos Olímpicos. La argelina Imane Khelif, que tiene cromosomas XY, tenía tanta ventaja sobre su rival que obligó a Carini a retirarse porque incluso llegó a temer por su vida.
«No podía continuar. Me dolía mucho la nariz y dije: ‘para’. Es mejor no seguir. Mi nariz empezó a gotear desde el primer golpe», comentó Angela Carini, la boxeadora italiana que se tuvo que retirar de este combate. «Subí al ring e intenté luchar. Quería ganar. Recibí dos golpes en la nariz y ya no respiraba, me dolía mucho, fui a ver al maestro Renzini y con madurez y valentía le dije basta», añadió Angela Carini.
La Federación Internacional de Boxeo no permite a la argelina Imane Khelif participar en sus competiciones porque no pasó los test para participar en competiciones femeninas. Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional, que no reconoce la legalidad de la Federación de Boxeo, sí permite a Khelif estar en competición femenina en los Juegos. Considera que el nivel de testosterona de Khelif está dentro de los parámetros de una mujer. Sin embargo, las diferencias son tremendas.
«Podía ser el combate de mi vida, pero, en ese momento, también tenía que salvaguardar mi vida», llegó a decir la boxeadora italiana, reconociendo que tuvo miedo en ese combate ante su rival trans. «No soy nadie para juzgar o tomar una decisión, si esta chica está aquí debe haber una razón. Luché y subí al ring a pesar de las miles de polémicas que había, no soy nadie para juzgar», añadió Ángela Carini, que explicó que «sentí golpes muy fuertes, recibí golpes, soy una luchadora y mi selección lo sabe, soy alguien que aun ante el dolor nunca se detiene. Si paré lo hice sólo por mi familia. ¿Fue un combate irregular? No soy nadie para juzgarlo».
Carini descartó que su retirada tuviese algo que ver con un acto deliberado o un mensaje político, sino que fue fruto del dolor que tenía en la nariz. «Para mí, no es una derrota. Para mí, cuando subes esas cuerdas, ya eres una guerrera, ya eres una ganadora. No soy yo la que hace las normas, depende del Comité Olímpico Internacional juzgar. Salgo con la cabeza en alto y con el corazón roto», dijo.
Italia está enfurecida
Los políticos italianos no han dudado en denunciar esta situación tachándola de injusta e incomprensible. El vicepresidente Matteo Salvini fue criticado por denunciar inicialmente la situación y se reafirmó en sus palabras. «Insultos y amenazas por haber expresado una opinión que creo que está muy extendida entre los italianos: que una mujer compita en los Juegos Olímpicos con un boxeador trans es una locura inaceptable, fruto de la hipocresía de lo políticamente correcto. Lo reitero totalmente», dijo.
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