Hacienda toleró que Conde recibiera transferencias de Suiza estando en la cárcel

Mario Conde - CNI
Mario Conde. (Foto: EFE)

Mario Conde usó sociedades radicadas en medio mundo para repatriar parte de su botín de Banesto, 13 de los más de 26 millones de los que se había apropiado, según la investigación. Nada menos que 10,7 millones fueron transferidos desde lugares como Holanda, Luxemburgo, Emiratos Árabes, Suiza, Reino Unido o Italia que no despertaron las alarmas de Hacienda para un simple negocio de aloe vera. Y el resto, 2,2 millones más, en efectivo.

Tres empresas del entramado de Conde, ex presidente de Banesto, hicieron de embudo para canalizar tanta remesa de dinero repatriado desde el extranjero: Barnacla, Black Oak y Oleificio Español. Desde el extranjero, el financiero hoy de nuevo en la cárcel, operó con las siguientes sociedades:

-Suiza: Galloix Holding (Suiza). Esta empresa fue detonante de las sospechas de blanqueo, después de realizar una transferencia de 600.000 euros.

-Reino Unido: Higuer Productions, Dryset y Mayfield Bussiness.

-Luxemburgo: Beteiligung.

-Emiratos Árabes: Rupani Jelly Fish.

-Holanda: Matoral BV.

-Italia: GMM.

Mario Conde iba dejando gruesos trazos de que contaba con esta trama societaria a su servicio mientras repatriaba el botín año tras año, primero desde prisión desde 1999 y luego en libertad desde 2008.

Las fincas

Por ejemplo, las fincas mallorquinas, que en su día habían sido de la familia, de pronto pasaron a manos de la sociedad luxemburguesa Beteiligung, para evitar el embargo judicial tras la condena de Banesto. Curiosamente, Hacienda no investigó nada al advertir que la familia Conde residía en la finca de Can Poleta, en Pollensa, sin pagar alquiler desde 2007.

La empresa tapadera Barnacla tiene un reguero incesante de vínculos con Mario Conde: por ejemplo, fue esta firma la que pagó el alquiler y abonó los gastos de reforma de su pazo de Orense, y también era la que sufragaba las nóminas de los empleados de hogar del ex presidente de Banesto y un salario para el propio exbanquero.

Otra sociedad en principio ajena a Mario Conde, Lassalcedas, compró en 2014 acciones de medios de comunicación por valor de 5,4 millones. Esa empresa ocultaba al ex banquero bajo el mismo nombre de su finca en Cabañeros. Pero Hacienda no lo atendió, ni siquiera cuando el financiero cedió los derechos de su libro Los días de gloria –un total de 694.000 euros– a esta sociedad formalmente ajena ni cuando era esta sociedad la que cobraba los ingresos de Conde por sus apariciones televisivas.

Tampoco despertó el olfato del fisco que Barnacla, una de las empresas del entramado Conde, recibiera continuos flujos de fondos desde Suiza para aumentar su capital, procedentes de la compañía Galloix.

Otro aspecto que no levantó las sospechas de Hacienda fue que la misma Galloix fuera autorizada en una cuenta de Mario Conde quien, en 2006, estando aún en prisión, recibió en 632.000 euros de Antibióticos SAU. Esta empresa recibió más de 5,6 millones desde el extranjero, en concreto de Francia, Suiza y Reino Unido. Por su parte, la firma británica Dryset inyectó 2,8 millones en la compañía Oleificio Español, del clan Conde.

 

Otra sociedad del entramado, la italiana GMM, de la que era ejecutiva la hija de Mario Conde, transfería recurrentemente remesas dinerarias a cuentas de su padre desde 2009, un año después de su salida de prisión.

Por otro lado, a pesar de que en 2013 se rechazaron por indicios de blanqueo dos transferencias desde Dubai por valor de 512.000 euros en favor de Black Royal Oak, otra firma tapadera del clan, no fue hasta un año más tarde que el Sepblac (el Servicio Ejecutivo de Prevención de Blanqueo de Capitales) alertó a la Fiscalía Anticorrupción del masivo proceso de lavado de dinero de Mario Conde.

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