Los folletos que la familia de Begoña Gómez colocaba en los coches: «Sauna atendida por señoritas 24 h»
Documentos consultados por OKDIARIO revelan la estrategia publicitaria de prostíbulos denunciada por vecinos
También se pagaban anuncios en prensa para anunciar que aceptaban "todo tipo de tarjetas de crédito"
Óscar López exige ahora a Ayuso que prohíba las saunas-prostíbulo como las del padre de Begoña

Los folletos publicitarios que la red de saunas de la familia de Begoña Gómez utilizaba para captar clientela en Madrid durante décadas fueron clave en la lucha vecinal para que el Tribunal Superior de Justicia momentáneamente consiguiera la retirada de la licencia de la sauna prostíbulo del Paseo de la Castellana número 180, en Madrid.
El material promocional, que la familia política de Pedro Sánchez distribuía en los parabrisas de vehículos estacionados en la zona, anunciaba explícitamente: «ATENDIDO POR SEÑORITAS» y «ABIERTO LAS 24 HORAS, INCLUSO SÁBADOS Y DOMINGOS», según consta en la documentación oficial que desvela OKDIARIO.
Los folletos promocionales mostraban el logotipo de «Sauna – Bar CASTELLANA 180» con la dirección «PASEO DE LA CASTELLANA, 180 – 28046 MADRID». El material publicitario incluía la leyenda «Todas las tarjetas de crédito», evidenciando la dimensión comercial del negocio familiar.
La documentación revela una segunda versión de folletos bajo la denominación «SAUNAS ATENDIDAS POR SEÑORITAS» con múltiples direcciones. Entre las ubicaciones publicitadas figuraban «PRINCESA: C/ Mártires de Alcalá, 5» y «CUATRO CAMINOS: C/ Capitán Haya, 28», expandiendo la red de establecimientos por todo Madrid.
Los folletos documentan la estrategia de marketing utilizada por Sabiniano y Conrado Gómez Serrano para promocionar sus establecimientos de prostitución. El diseño incluía un logotipo con una silueta femenina sin ropa y elementos arquitectónicos que evocaban el concepto de sauna, camuflando la verdadera naturaleza de los servicios ofertados.
La publicidad especificaba horarios de funcionamiento continuado, con la advertencia de «abierto las 24 horas». Esta información coincide con las denuncias vecinales que documentaban molestias a cualquier hora del día y de la noche. Por el contrario, los empresarios aseguraban que tenían un horario limitado hasta las 2:30 de la madrugada como marcaban las normativas vigentes.
Los documentos municipales corroboran las alegaciones presentadas por los propios interesados, quienes reconocían que «no concuerdan los horarios señalados en el expediente con los que periódicamente se publican por los interesados en prensa, donde indican estar abiertos al público durante las 24 h todos los días de la semana».
El contraste entre la publicidad y la documentación oficial evidencia la estrategia de disimulo empleada por la familia. Mientras los folletos anunciaban abiertamente servicios «atendidos por señoritas», las solicitudes administrativas se limitaban a mencionar «sauna con servicio de bar».
Esta dualidad se extendía a toda la red de establecimientos. Los folletos promocionaban simultáneamente varios locales bajo diferentes denominaciones comerciales, pero manteniendo el mismo patrón publicitario y la misma estrategia de marketing dirigida a un público masculino específico. Algunas saunas eran para hombres heterosexuales y otras, como la Sauna Adán en el barrio de Chueca (calle San Bernardo), eran para homosexuales.
Una inspección policial de octubre de 2003 confirmó la discrepancia entre la actividad publicitada y la declarada oficialmente. Los agentes constataron que «en la planta sótano se comprueba que la misma se halla dividida en varias estancias, encontrando en una de ellas varias camas, un televisor, un micrófono, un equipo de música y gran cantidad de prendas íntimas femeninas».
Los antecedentes del caso se remontan a 1995, cuando se inició el procedimiento administrativo que culminaría con múltiples irregularidades. El Ayuntamiento había requerido desde el inicio que los solicitantes «aclarasen la actividad que pretendían ejercitar, toda vez que existía una diferencia entre la actividad indicada en los planos y en la memoria acompañados».
Los folletos constituían una prueba fehaciente de la verdadera naturaleza del negocio familiar. La utilización de términos como «señoritas» y la insistencia en el funcionamiento continuo desvelaban una estrategia comercial orientada a la explotación de servicios de alterne y prostitución. OKDIARIO ya publicó un expediente policial por abrir, en ese caso, «23 horas al día», dejando una para supuestamente limpiar.
La distribución de estos folletos en vehículos estacionados formaba parte de una metodología de captación de clientela ampliamente utilizada por este tipo de establecimientos durante los años 90 y 2000. Esta práctica, conocida como flyering, permitía llegar directamente al público objetivo sin restricciones publicitarias. El PSOE ha sido muy combativo con esa práctica, impulsando una ordenanza en la capital contra ese tipo de publicidad en tiempos de la portavoz Puri Causapié.
El material promocional que publica OKDIARIO documenta cómo la familia Gómez Serrano ha desarrollado durante décadas una actividad empresarial basada en el engaño administrativo y la publicidad encubierta, utilizando licencias deportivas y de hostelería para camuflar actividades muy lucrativas de prostitución en pleno corazón de Madrid. Constituye una prueba irrefutable de cómo una red familiar ha logrado bordear sistemáticamente la normativa, consolidando un negocio que lleva más de tres décadas a pleno rendimiento en la Castellana madrileña.