Las agendas de Villarejo desvelan también que Iglesias utilizó a Garzón para reunirse con el comisario

Villarejo Iglesias Garzón
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y el comisario José Manuel Villarejo.
Manuel Cerdán

Las agendas de José Villarejo desvelan que Pablo Iglesias también intentó mantener un encuentro secreto por medio de Baltasar Garzón con el comisario mientras en público lo calificaba de «cloaca de Estado». El 22 de marzo de 2017, Villarejo anotó en su diario: “BALTA (Baltasar Garzón) llamó, estaba muy afónico. Le transmití que acepto su oferta de hablar con PI (Pablo Iglesias) pero solo a través de él”. El adverbio “sólo” aparece subrayado.

OKDIARIO ha podido verificar en el entorno de Villarejo que las iniciales “PI” corresponden a Pablo Iglesias y que la reunión fue solicitada a través de varios intermediarios de la formación morada. Iglesias y otros dirigentes de Podemos estaban muy interesados en conocer la información que poseía el comisario sobre asuntos que le afectaban directamente. Ayer, este periódico desveló el contenido de una grabación de Villarejo en la que relataba a María Dolores de Cospedal el interés reiterado de Iglesias para entrevistarse con el comisario.

Baltasar Garzón declaró a OKDIARIO que no excluía un intento de encuentro entre Villarejo e Iglesias, pero que esa gestión nunca pasó por sus manos: “No me extraña que los de Podemos quisieran juntarse con él, pero yo no hice ninguna mediación. Es cierto que mucha gente llamaba a la puerta de Villarejo para tener cualquier tipo de gestión”.

Nota de la agenda de Villarejo con alusión a PI (Pablo Iglesias).

OKDIARIO ha comparado grafológicamente la “I” mayúscula de las iniciales “PI”, que presenta un trazo muy singular de Villarejo, con otras íes mayúsculas de la agenda y todas ellas presentan una total similitud. Ocurre así si la verificamos con “ILH” –perteneciente al nombre de Ignacio López del Hierro- o “IS” -de Información Sensible-, la publicación que creó Gemma Alcalá, la esposa de Villarejo.

«Cita con Podemos»

Un día después, en la página de la agenda correspondiente al 23 de marzo de 2017, Villarejo realizó otra anotación relacionada con el secretario general de Podemos: “BG: Aviso para posible cita con IGLES”. Según el entorno de Villarejo, cuando escribía “IGLES” se refería al líder de Podemos. Las iniciales «BG» corresponden a Baltasar Garzón.

Así mismo, en la página correspondiente al 19 de junio de 2017 figuraba la anotación: “Cita con POD (Podemos)”. Se producía dos meses después de la inscripción sobre su posible encuentro con Iglesias. La apostilla figuraba junto al nombre «MANU GONZA» (Manuel González), un histórico militante del Partido Comunista de España (PCE) y de Izquierda Unida con quien el comisario mantenía una estrecha relación desde su etapa de dirigente sindical de la Policía en los años 80.

El dirigente comunista, que aparece en las agendas de Villarejo con tres claves diferentes –“MANU GONZA”, “MAN GON” y “Lenin”– mantenía un estrecho vínculo con la cúpula de Podemos porque había introducido a sus fundadores (Iglesias, Errejón y Monedero, entre otros) en el Palacio de Miraflores, sede de la Presidencia de Hugo Chávez. Una relación que, posteriormente, les generó a todos ellos y a Podemos unos pingües beneficios.

Los intereses de Iglesias

Villarejo, en otra ocasión, anotó en su agenda sus comentarios sobre las gestiones ante la cúpula de Podemos del dirigente histórico de Izquierda Unida Manuel Lenin González. El 19 de octubre de 2016, el comisario escribía: “Esto les ha confundido, porque creían que era facha”.

En la misma libreta, junto al nombre “MANGONZA” (Manuel González), Villarejo anotaba el mensaje que González le había hecho llegar a Podemos: “Comentó mi acercamiento a BG (Baltasar Garzón) y al resto de la izquierda”.

Juan Carlos Monedero
Juan Carlos Monedero.

Las agendas secretas de Villarejo fueron incautadas por los agentes de la Unidad de Asuntos Internos (UAI) en su domicilio de Boadilla del Monte durante el desarrollo de la operación Tándem. Villarejo fue detenido el 3 de noviembre de 2017 y hace tan sólo unos días fue puesto en libertad por orden de la Audiencia Nacional. Todas sus libretas consultadas por este diario forman parte del sumario que instruye el Juzgado Central de Instrucción número 6.

Para entender el interés de Iglesias por Villarejo hay que situarse en el contexto de 2017. Podemos estaba entonces muy interesado en conocer las investigaciones que la Policía realizaba sobre la financiación irregular y el dinero que sus fundadores habían recibido de Venezuela e Irán; las pesquisas sobre la tarjeta del teléfono de la asistenta de Pablo Iglesias, que había pasado por la redacción de Interviú y de la que Villarejo tenía una copia y las acciones que pensaba emprender la asociación ligada al comisario –Transparencia y Justicia– contra ediles del Ayuntamiento de Madrid.

En esas fechas del inicio de 2017, destacaba otro asunto que también impacientaba a Podemos: el mismo 23 de marzo –fecha de la anotación de Villarejo sobre Iglesias–, el PP registraba en el Ayuntamiento de Madrid una denuncia por malversación de caudales públicos, prevaricación y delito societario por el encargo de Madrid Destino de unos informes jurídicos a una consultora externa a la corporación municipal. Los denunciados eran los concejales Sánchez Mato y Celia Mayer, ambos pertenecientes al grupo de Manuela Carmena (Ahora Madrid).

Villarejo le hincó el diente al asunto porque, meses después, en septiembre de 2017, una asociación ligada a él –Transparencia y Justicia– se personaba en la causa contra los concejales podemitas.

Carlos Sánchez Mato y Celia Mayer. (Foto. Madrid)
Carlos Sánchez Mato y Celia Mayer. (Foto. Madrid)

También Monedero

La cita de Villarejo con Iglesias no suponía ninguna anormalidad porque en las fechas en las que el comisario reconocía en su diario que pensaba entrevistarse con Iglesias ya se habían producido otros coqueteos con dirigentes de Izquierda Unida y Podemos, como era el caso de Juan Carlos Monedero con quien llegó a entrevistarse. OKDIARIO ya adelantó que el nombre del cofundador de la coalición morada aparece en la agenda de Villarejo, en una anotación del 20 de octubre de 2016: “Cita Monedero”.

En la misma página en la que Villarejo destacaba su encuentro con “PI”, aparece otra anotación sobre sus relaciones con el comunista Manuel Lenin González, que hacía de intermediario entre Villarejo y Jaume Roures, el editor del diario podemita Público. El magnate de la comunicación calificaba al comisario, de cara a la galería, de “cloaca del Estado”, pero sus hombres de confianza se entrevistaban con él entre bambalinas. ¿La finalidad de la reunión?: sellar un pacto de no agresión y obtener información de primera mano de la Operación Cataluña, que Villarejo había investigado.

En una de las páginas de la agenda, la correspondiente al 12 de septiembre de 2016, figura la anotación: “MANUGONZA: Tacho Benet (socio de Roures). Amigo de JOY. Plaza Santana 7. 14,30”.

Hace unos días, según El Confidencial Digital, Villarejo y Roures comieron juntos en el restaurante La Clave de Madrid. Se desconoce el contenido de la reunión, pero sí algunas de sus consecuencias: el diario Público del editor catalán, que se convirtió en el azote del comisario, ha suavizado su animosidad hacia él.

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