Washington estudia «opciones a nivel político» para que Maduro se de cuenta de que «no tiene futuro al frente del país»
El Departamento de Estado estadounidense ha asegurado este jueves que Washington no reconocerá la Asamblea Constituyente de Venezuela, a la que ha denominado un «producto ilegítimo provocado por un proceso defectuoso diseñado por la dictadura de Maduro».
«El proceso ha sido fraudulento desde el principio, desde la manera irregular en la que las elecciones se han llevado a cabo hasta la negativa por parte del Gobierno de permitir que se opongan a los planes para reformar la Constitución», ha indicado en un comunicado la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
«La votación en sí misma ha sido diseñada para llenar la Asamblea de personas leales al Gobierno de Maduro. En un país que está sufriendo la malnutrición, el régimen amenaza con dejar sin comida, pensión y empleo a aquellos que no acudan a votar», ha aseverado Nauert, que ha resaltado que, además, «las elecciones tuvieron lugar sin la presencia de observadores internacionales».
Según las autoridades estadounidenses, que manifestaron en varias ocasiones su postura contraria a la celebración de las elecciones a la Asamblea Constituyente, el resultado de las mismas sólo supone un paso más por parte del presidente venezolano, Nicolás Maduro, para «asaltar la democracia» del país.
El Departamento del Tesoro aprobó el lunes la imposición de sanciones económicas contra Maduro, especialmente contra todos sus bienes sujetos a la jurisdicción de Estados Unidos. Estas sanciones prohíben a todos los ciudadanos estadounidenses hacer negocios con él.
Estados Unidos ha sostenido que los comicios a la Constituyente llevados a cabo el domingo buscan «usurpar ilegítimamente la función constitucional de la Asamblea Nacional elegida democráticamente, rescribir la Constitución e imponer un régimen autoritario al pueblo de Venezuela».
Nauert ha recordado las palabras del Secretario de Estado, Rex Tillerson, que señaló esta semana que Washington «está evaluando todas las opciones a nivel político para crear un cambio en el que Maduro se de cuenta de que no tiene futuro al frente del país».
El dirigente venezolano, que ha criticado las acusaciones de que los comicios son fraudulentos y de que el Gobierno ha inflado el porcentaje de participación registrado, ha condenado las sanciones de Estados Unidos y ha asegurado que el proceso es legítimo.