El republicano Marco Rubio se retira de la carrera por la Casa Blanca

Cuando las primeras estimaciones ya decían que ni en su estado, Florida, el senador se iba a alzar con la victoria en las primarias republicanas, Marco Rubio anunció que dejaba la carrera por la Casa Blanca.

Los primeros datos revelaron que el magnate de la construcción Donald Trump se alzaba también en Florida con la victoria. «Tras esta noche, está claro que no estamos en el lado ganador. Aunque estemos en el lado correcto, este año no estaremos en el lado ganador», ha admitido Rubio al anunciar su renuncia ante sus seguidores en Miami, después de haber sido doblegado en su estado por Trump, quien lidera las primarias hacia la nominación republicana para las presidenciales de noviembre.

En las últimas semanas ya se estaba deshinchando la candidatura de Rubio, sobrepasado por el otro candidato alternativo a Trump, el también senador, y también de origen latino, Ted Cruz.

«A pesar de que éste no hay sido el año de la esperanza y los mensajes optimistas sobre nuestro futuro», en lo que basó su campaña Rubio, «sigo permaneciendo esperanzado y optimista sobre Estados Unidos», arengó a sus votantes. La decisión ha sido tomada después de que en la última semana, sus resultados en Michigan y Mississippi fueran auténticamente decepcionantes, con porcentajes de un solo dígito.

Rubio ha pedido a todos los estadounidenses que no cedan al miedo. «La gente está frustrada por la dirección que está tomando nuestro país», ha dicho, refiriéndose a la crisis económica. «Todo empezó en 2007 y 2008, la economía ha dejado a la gente atrás. No hay trabajo y EEUU pierde vidas metida en guerras mientras los líderes se centran en lo que no le interesa a la gente».

«Mis padres y mis abuelos fueron inmigrantes, nadie entiende esto mejor que yo… cuando decidí iniciar esta carrera por la Casa Blanca quise hacer una campaña realista con todos estos problemas. Y ésa fue la razón por la que quise meterme en este intento, para luchar por solucionar las frustraciones de la gente».

Su discurso de renuncia ha sido una llamada a evitar la frustración. «Nada cambió cuando llegó el actual presidente, nada cambió cuando el Tea Party llevó a nuestro partido a la mayoría en el Congreso. El establishment no ha atendido a la gente, que mira a nuestro partido y a nuestro país como algo quebrado».

Rubio ha apelado a la unión de de su formación política, en una velada mención a la división que está provocando la candidatura de Trump. «Necesitamos un nuevo liderazgo en el Partido Republicano. Por eso hemos luchado por un nuevo partido y un nuevo país. Respeto la decisión de los votantes, y permanezco optimista con los americanos».

El ya ex aspirante ha homenajeado a sus padres, cubanos exiliados: «mis padres llegaron en 1956 sin un dólar, sin conexiones, estuvieron a punto de volver a Cuba, pero perseveraron. Nunca me pudieron prestar dinero para mi educación… Mi madre sufrió mucho y hoy con 85 años deseaba ser la madre del nuevo presidente de Estados Unidos. Ya no lo seré en 2016. Pero si he llegado hasta aquí es por lo especial que es este país».

Y, así, con ese discurso, Rubio ha lanzado su última andanada contra Trump, quien con toda probabilidad será el candidato de su partido a la Casa Blanca: «Le pido a los americanos que no cedan al miedo, que luchen por mantener este país tan especial como es. Podremos estar en desacuerdo con las políticas, pero somos herederos de la gente que nos trajo hasta aquí con esperanza, herederos de esclavos, inmigrantes y exiliados… Luchemos por mantener eso. Porque si no, seguiremos siendo ricos y poderosos… pero no seremos especiales».