Otro sopapo de Biden a Sánchez: «El comunismo es un sistema fallido y no veo al socialismo muy útil»

Desde que Pedro Sánchez celebró casi como propia la victoria de Joe Biden en las elecciones de Estados Unidos del pasado 3 de noviembre, el presidente español no ha dejado de coleccionar sinsabores, reveses, escenas humillantes como el ya tristemente célebre paseíllo de 29 segundos en la cumbre de la OTAN en Bruselas. El último sopapo, indirecto pero con carga de profundidad, llegaba en la noche de este miércoles desde la Casa Blanca: «El comunismo es un sistema fallido y no veo al socialismo como un sustituto muy útil», dejaba dicho Biden.

El presidente de Estados Unidos pronunció estas palabras durante la rueda de prensa conjunta con Angela Merkel en Washington tras la reunión mantenida entre ambos en el Despacho Oval, en un acto con el que Biden ha querido despedir a la canciller germana, que el próximo mes de septiembre dejará el poder y que ha conocido durante su mandato a hasta cuatro presidentes estadounidenses, a saber, Bush hijo, Obama, Trump y el propio Biden. Se trató de un acto con el que remarcar la importancia de las relaciones entre EEUU y la veterana mandataria alemana, de una solemnidad diametralmente opuesta a la que han venido desprendiendo los esfuerzos de Pedro Sánchez por acercarse al actual inquilino demócrata de la Casa Blanca.

Durante la comparecencia de atención a los medios de comunicación, y preguntado por su visión de las movilizaciones ciudadanas en Cuba contra la dictadura castrista, liderada ahora por Miguel Díaz-Canel, así como por la posibilidad de enviar tropas estadounidenses a Haití, donde el presidente, Jovenel Moise, fue asesinado en su residencia la pasada semana. Biden intercambió una pequeña broma con Merkel, que estaba a su lado, y a quien el periodista también inquirió por su conocimiento del Despacho Oval por tantas visitas hechas a lo largo de más de 15 años, antes de cambiar el gesto y ofrecer su muy estudiada opinión al respecto. «El comunismo es un sistema fallido, es un sistema que ha fallado universalmente, y no veo al socialismo como un sustituto muy útil, pero eso es otra historia».

Apenas dos sentencias y un mensaje muy concreto en lo que constituye todo un torpedo contra la línea de flotación del Ejecutivo socialcomunista español, cuya algarabía para recibir la victoria del candidato del Partido Demócrata el pasado mes de octubre contrasta con la total falta de interés de Joe Biden por acercarse a Pedro Sánchez. De hecho, el acercamiento a la carrera del español al americano el pasado 14 de junio supuso la primera conversación entre ambos en seis meses, esto es, desde que Biden tomó posesión del cargo el pasado mes de enero. Seis meses en los que tuvo tiempo para hablar con líderes de medio mundo, pero no con el presidente socialista español.

Duro contraste

Por poner en contexto los más de 180 días que tardó Sánchez en poder hablarle a Biden, si quiera a la carrera por unos pasillos, a Trump sólo le llevó 35 días descolgar el teléfono para mantener una charla con Mariano Rajoy o, aún más llamativo: Obama apenas tardó cuatro días como presidente en hablar con José Luis Rodríguez Zapatero. La íntima y estrecha relación entre José María Aznar y George W. Bush entra ya en otro nivel de alianza entre ambas naciones.

Pero Joe Biden, representante del ala más moderada del Partido Demócrata, tiene claro que con el comunismo no se juega y que el socialismo no es de fiar, así lo ha querido subrayar junto a la líder de la primera economía europea. Queda certificada la dificultad del Gobierno español para acercarse a Biden, un Gobierno en el que incluso la militante del Partido Comunista Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, celebró la llegada de Biden a la Casa Blanca destacando «los vientos de cambio que llegan desde Estados Unidos en consonancia con un nuevo paradigma que llevamos tiempo defendiendo». Un relato que no puede estar más lejano de los postulados que ha vuelto a explicitar claramente Joe Biden.

De esta forma, no sorprende que una visita a la Casa Blanca ni aparezca en la hoja de ruta del inminente viaje de Pedro Sánchez a Estados Unidos, donde se desplaza el próximo martes 20 de julio y donde pasará cuatro días, en los que no se verá ni con el presidente ni con ningún miembro de su Administración. Las paradas del líder del Ejecutivo español serán en Nueva York, Los Ángeles y San Francisco.