La muerte de cuatro niños en el principal hospital público de Venezuela genera una ola de indignación
Cuatro niños han muerto en el hospital público José Manuel de los Ríos, el primer centro pediátrico de Venezuela, durante el mes de mayo debido a la falta de medicamentos y otros insumos médicos. Una ola de indignación ha recorrido el país gobernado por el dictador Nicolás Maduro.
Cuatro niños han muerto en el hospital público José Manuel de los Ríos, el primer centro pediátrico de Venezuela, durante el mes de mayo debido a la falta de medicamentos y otros insumos médicos, una carestía de la que la oposición culpa al Gobierno de Nicolás Maduro y éste a las sanciones de EEUU.
Erick Altuve, de once años de edad, ingresó el pasado 25 de diciembre con un fuerte dolor de estómago. Tras unos días ingresado recibió el alta médica, pero el 14 de enero volvió con los mismos síntomas. Fue operado el día 28 del mismo mes por un linfoma estomacal.
El pequeño murió el 26 de mayo tras pasar varios meses sin recibir medicamentos, ha denunciado su madre, Jennifer Guerrero. «Él decía que se iba a curar y que el cáncer no iba a poder con él», ha dicho esta un ama de casa de 30 años, con otros dos hijos. «Tenía muchas ganas de vivir», ha remachado.
Según las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Salud de Venezuela, la mortalidad de niños de 0 a 1 años aumentó un 30% hasta los 11.466 casos en 2016 respecto al año anterior. No hay datos de muertes infantiles por cáncer a nivel nacional, pero la Fundación de Ayuda al Niño con Cáncer (Fundanica), que trabaja en el estado de Carabobo, ha registrado 105 muertes en los últimos dos años frente a las 98 de los primeros 22 años de la ONG.
«O sea, duplicamos el número de decesos y eso está ligado a la falta de insumos y equipos en los hospitales, a la extremada emergencia que tenemos por ausencia de medicamentos y quimioterapia», ha dicho la presidenta de Fundanica, Virginia Segovia.
El jefe de la ONG Sociedad Anticancerosa de Venezuela, Juan Saavedra, ha indicado que en Venezuela hay al menos 52.800 nuevos casos de cáncer cada año y en 2017 se produjeron 26.510 muertes por cáncer entre adultos, un 15 por cieno más que el año anterior. Saavedra, que es pediatra, ha subrayado que la lucha contra el cáncer se basa en dos puntos principales: el diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. «En Venezuela están faltando las dos cosas», ha lamentado.
Erick y los otros tres niños fallecido en el hospital en mayo formaban parte de un grupo de 30 que estaban esperando a viajar a Italia para recibir un trasplante de médula ósea, gracias a un acuerdo bilateral de 2010. La falta de pago por parte de Venezuela ha hecho que esté paralizado desde 2018, ha dicho la abogada Katherine Martínez, directora de Prepara Familia, que trabaja apoyando a las madres del hospital pediátrico desde hace más de una década.
Maduro culpa a las sanciones dictadas por EEUU y otros países de la situación económica de Venezuela. En lo tocante a la asistencia sanitaria, esgrime que no ha podido seguir comprando material y medicamentos porque sus fondos en el extranjero están bloqueados.
«El sistema financiero, controlado y amenazado por Washington, cierra cuentas y rutas bancarias de Venezuela sin contemplaciones. Son centenares de millones en divisas bloqueados cuyo destino era, precisamente, medicinas y alimentos», ha escrito el ministro de Exteriores, Jorge Arreaza, en Twitter.
De acuerdo con Arreaza, EEUU mantiene bloqueados 1.567 millones de euros en fondos oficiales de Novo banco Portugal, de los cuales cinco millones eran para financiar transplantes de médula ósea para 24 pacientes venezolanos. TeleSur afirma que casi 900 pacientes de han beneficiado del acuerdo bilateral hasta ahora.
La oposición, en cambio, afirma que el sistema sanitario de Venezuela ya estaba en crisis antes de agosto de 2017, cuando comenzaron las medidas punitivas. Representantes de hospitales y farmacias dicen que el suministro ha caído de forma constante desde 2013, cuando ya hubo un recorte del 21 por ciento en Sanidad.
«El régimen gasta millones para comprar armas mientras Venezuela atraviesa una trágica crisis de salud que ha dejado en evidencia años de corrupción e incapacidad», ha reprochado, por su parte, el autoproclamado «presidente encargado», el líder opositor Juan Guaidó.
Pocos días antes de la muerte de Erick, Maduro autorizó 56 millones de euros para la producción de 786.000 unidades anuales de uniformes militares y para activar una línea de producción de la subametralladora Caribe. «¿No hay plata (para los hospitales) pero sí para armamento y uniformes?», ha cuestionado Mauricio Navas, un vendedor de cajas para regalos de 55 años cuya hija Mariana, de seis años, sufre leucemia desde 2018 y está ingresada en el hospital público. «El futuro de Venezuela antes de nacer ya está sentenciado a morir», ha lamentado.
Erick ha sido enterrado este viernes. Su familia y personal del hospital pediátrico se han manifestado a las puertas del mismo para luego trasladar el ataúd en una marcha desde la casa de sus abuelos maternos, en Petare, en el este de Caracas, hasta un cementerio a las afueras de la ciudad.