Acuerdo con las FARC en Colombia

La Justicia para la Paz ampara al narcoguerrillero ‘Santrich’ y deniega su extradición a EEUU

Jesús Santrich
Manifestación de apoyo al narcoguerrillero 'Jesús Santrich', líder de las FARC, en Cali, Colombia. (AFP)

Los acuerdos firmados por Juan Manuel Santos con el líder de las autodenominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sirven igual para un roto que para un descosido. ¿Que hay que darles dinero a los narcoterroristas para sus campañas electorales? Se les da. ¿Que ninguna formación puede tener medios de comunicación? El partido FARC sí. ¿Que los crímenes de lesa humanidad no prescriben? El Colombia basta con confesarlos para salir impune. ¿Que un líder de la narcoguerrilla sigue traficando con toneladas de cocaína a EEUU? No importa, si hace falta se retuerce el texto y se le incluye en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y se rechaza su extradición a Estados Unidos.

El pasado mes de abril, la Fiscalía colombiana detuvo a ‘Jesús Santrich’ por petición de la DEA estadounidense, acusado del envío de enormes cantidades de droga a EEUU. Este jueves se ha sabido que el magistrado Ángel Bobadilla, presidente de la Sala de Revisión de la JEP, ha decidido que ‘Santrich’ está amparado por los textos aprobados en diciembre de 2016 y ha denegado su extradición a EEUU.

El pasado 10 de abril, este periódico publicaba una fotografía de Juan Carlos Monedero —fundador de Podemos junto a Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y Carolina Bescansa— Seuxis Hernández Solarte —que es como se llama en realidad el jefe guerrillero— tomada en agosto de 2015 en la sede de la Corporación nuevo Arco Iris, en Bogotá.

Juan Carlos Monedero
El narcotraficante de las FARC Jesús Santrich; Juan Carlos Monedero, fundador de Podemos; y Andrés París, líder de las FARC.

Lo curioso es que Monedero no salió inmediatamente a desmarcarse de ‘Santrich’, una vez comprobado que no sólo era el líder de una guerrilla pretendidamente revolucionaria cuando posaron juntos y sonrientes, sino que ya entonces era narcotraficante a gran escala y que lo ha seguido siendo incluso después de prometer su organización que dejaba sus «actividades ilícitas».

Nacimiento viciado de los acuerdos

Los acuerdos, ya hemos dicho, le han servido a Santos y a su Administración para tapar lo que haga falta. Y todo parte de un nacimiento viciado, ya que el pacto fue, en realidad, rechazado en plebiscito por el pueblo colombiano el 2 de octubre de 2016, dos meses antes de que por la vía de urgencia, el presidente —ahora saliente, pues hay elecciones el próximo domingo 27 de mayo— forzara al Congreso a aprobar un texto supuestamente revisado y, en el fondo, exactamente igual.

Cuando el 9 de abril se supo de la detención del narco ‘Santrich’ se dio por hecho que sería extraditado. En primer lugar, porque se le arrestó a petición de la DEA. Y en segundo, aunque ligado indefectiblemente al primero, porque no se le habría tomado preso de no ser porque sus actividades ilícitas eran posteriores a la entrada en vigor de los acuerdos. Es decir, que el líder de las FARC envió toneladas de cocaína a EEUU mientras aseguraba haberse reintegrado a la vida civil junto a Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko’, y sus demás esbirros.

Sin embargo, ahora se fuerza la interpretación y, a pocos días de que todo quede atado y bien atado por la salida de Santos —quien este lunes dijo en Madrid que «la paz es irreversible, y los acuerdos no se pueden tocar en las próximas tres legislaturas por orden de la Corte Constitucional»—, la justicia política que es la JEP se quita de encima un grave problema y  ata las manos, de algún modo, al sucesor en la Presidencia de la República de Colombia.

Según el magistrado Bobadilla, el Ministerio de Exteriores colombiano tiene ahora 10 días para informar al Gobierno de Washington de que Colombia no va a proceder con el trámite solicitado por la Justicia estadounidense, según informa la web colombiana ‘Pulzo’.

Alega la JEP que no ha podido comprobar si los delitos que se le imputan al «ciudadano Seuxis Pausivas Hernández Olarte [verdadero nombre de ‘Santrich’]”,  se cometieron antes o después de la entrada en vigor de los acuerdos. Y, como consecuencia del principio del ‘in dubio pro reo’, el líder de las FARC queda impune: “Como consecuencia de lo anterior, disponer la suspensión del trámite de extradición que se adelanta en su contra por petición de los Estados Unidos de América”, continuó.

Un ‘encargo’ para el próximo presidente

‘Santrich’ ha permanecido en huelga de hambre desde que fue detenido a principios de abril. Por esa razón fue trasladado a la Fundación Caminos de Libertad, de la Iglesia Católica hace una semana. El narcoguerrillero protestaba por considerar que su detención es ilegal y que es parte de un “montaje” en su contra.

Colombia
Encuesta de intención de voto para la primera vuelta de las presidenciales de Colombia. (W Radio)

Así, este embrollo será un ‘encargo’ para el próximo inquilino de la Casa de Nariño. Por ahora queda en suspenso la extradición, y en un limbo jurídico entre la JEP, la DEA y la voluntad política de quien se alce con la victoria presidencial en las próximas semanas. Las encuestas dan por favorito a Iván Duque, candidato del Centro Democrático (CD), partido fundado por Álvaro Uribe, ex presidente y archirrival de Santos.

Competirá Duque muy probablemente en segunda vuelta, a la que llega con 10 puntos de ventaja según los sondeos, con Gustavo Petro, ex guerrillero del M19, defensor de los acuerdos firmados en La Habana —bajo el auspicio de la dictadura de los Castro y de la tiranía chavista de Venezuela— y cercano a las tesis de Nicolás Maduro… para quien trabajaron Monedero y Errejón en los orígenes de Podemos.

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