El ISIS ejecuta a los civiles de Mosul que se niegan a instalar cohetes en sus tejados
EL autodenominado Estado Islámico está perdiendo posiciones. Si en Siria, la reducción de sus territorios se está sustanciando con la ofensiva del ejército de Bashar al Assad en Alepo, apoyado por la aviación rusa, en Irak es Mosul donde las milicias chiíes y las tropas gubernamentales están avanzando sobre Mosul. La segunda ciudad del país, tomada por los yihadistas en junio de 2014, está siendo escenario de carnicerías desesperadas por parte de los terroristas. Los milicianos del ISIS en Mosul asesinan a civiles que se niegan a permitir la colocaciones de cohetes y francotiradores en sus casas o que sospechan que están filtrando información o intentando escapar, según ha denunciado este martes la portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani.
«El 11 de noviembre, Estado Islámico presuntamente mató a tiros a doce civiles en el barrio de Bakir por presuntamente negarse a permitir que instalaran cohetes en los tejados de sus casas», ha indicado la portavoz en un briefing en Ginebra.
La información recibida por Naciones Unidas también muestra que los terroristas mataron a tiros en público a 27 civiles en el parque Muhandiseen, en el norte de Mosul, el 25 de noviembre y que el 22 de noviembre un francotirador de Estado Islámico mató a un niño de 7 años que corría hacia las fuerzas de seguridad iraquíes en el barrio de Adan, en el este de la ciudad.
Según los últimos datos publicados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), cerca de 74.000 personas se han visto desplazadas desde que comenzó el 17 de octubre la ofensiva militar para recuperar la ciudad de Mosul, tomada por Estado Islámico en junio de 2014. Desde entonces, el avance de las tropas oficialistas iraquíes está siendo lento pero seguro hacia el corazón de Mosul, en un intento de asestar un golpe que podría ser clave en la estrategia de recuperación de la soberanía en el país.