El G7 acuerda la donación de mil millones de vacunas a países pobres
La intención de las principales potencias mundiales es conseguir alcanzar al 80% de la población en el año 2022
El mundo desarrollado se está vacunando contra la Covid-19 a una importante velocidad, pero no todos los países pueden alcanzar el mismo nivel de vacunación. Los países pobres necesitan ayuda y por ello, el Grupo de los Siete (G7) que conforman Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido se ha comprometido a la entrega de 1.000 millones de vacunas a los países en vías de desarrollo a lo largo de los próximos 12 meses con vistas a un total, como ya anticipó la canciller alemana Angela Merkel, de 2.300 millones de vacunas a finales de 2022.
La intención de las principales potencias mundiales es conseguir alcanzar al 80% de la población en el año 2022.
«Me complace anunciar el compromiso (del G7) de mil millones de dosis de vacunas, bien directamente o a través de financiación de (el programa internacional) COVAX», dijo el primer ministro británico, Boris Johnson, anfitrión de la cumbre celebrada en Cornualles (suroeste de Inglaterra), en el acto de clausura de la cumbre.
En el comunicado final de la cumbre, suscrito por los líderes de Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Japón, Canadá y Estados Unidos, se concreta que el compromiso de donaciones directas alcanza las 870 millones de dosis, la mitad de las cuales se quieren destinar antes del final de este año a través del programa COVAX.
En su intervención, Johnson dijo que cien millones de esas dosis saldrán del Reino Unido.
La declaración conjunta explica que los compromisos adquiridos por los siete países desde el comienzo de la pandemia, ya sea vía contribuciones financieras o donaciones directas, elevan el total de la cooperación a 2.000 millones de dosis.
Los expertos calculan que serán necesarias 11.000 millones de dosis como mínimo para derrotar a la pandemia a nivel global.
Preguntado sobre la suspensión de las patentes de vacunas -una media preconizada por más de cien países en todo el mundo, incluido Estados Unidos-, Johnson dijo que «lo verdaderamente importante es elevar la capacidad de manufactura en todo el mundo, especialmente en África».
«El camino a seguir es vender las vacunas a precio de coste, defendemos el modelo de Oxford/AstraZeneca», dijo Johnson, quien insistió en la necesidad de acelerar la transferencia de conocimiento y de tecnología manufacturera hacia los países en desarrollo.
Un «fracaso moral imperdonable»
Tras críticas como la del ex primer ministro británico Gordon Brown por la baja cifra anunciada, un «fracaso moral imperdonable», el actual mandatario británico, Boris Johnson, ha destacado en rueda de prensa tras la publicación del comunicado que se trata de una «cantidad enorme». La Organización Mundial de la Salud (OMS) había solicitado 11.000 millones de dosis.
Posteriormente, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha apuntado a la posibilidad de entregar otros 1.000 millones de vacunas próximamente, aunque ha reconocido que todavía no está en posición de realizar un anuncio formal en ese sentido.
Así, Biden ha destacado el tono «extraordinariamente colaborativo» de la cita y ha expresado su satisfacción en lo que respecta a la respuesta a China.
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha destacado que «los socios de la UE (en el G7) se han sumado para acelerar la producción y la entrega de vacunas para todo el mundo». «La UE ha tomado las riendas», ha subrayado.
Además, ha destacado el «compromiso con África» que «debe estar en el corazón de nuestras relaciones internacionales», según «algunos líderes» europeos, una estrategia «ganar-ganar» para África y para Europa.
Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha celebrado el compromiso del Grupo de los Siete (G7), pero ha subrayado lo urgente de la situación de pandemia, ya que ha muerto más gente en 2021 que en todo 2020 debido a brotes en numerosos países donde las vacunas permanecen fuera de su alcance, en especial en América del Sur, Asia y África.
Con un tono más duro, Oxfam ha acusado directamente al G7 de «cocinar las cifras» de las vacunas porque solo donarán 870 millones de dosis. Los otros 130 millones son el «equivalente en dosis» de otros pagos económicos.
«Han fallado absolutamente a las necesidades del mundo en medio de la mayor emergencia sanitaria del último siglo y una catástrofe climática que está destruyendo nuestro planeta», ha señalado Oxfam. «La cumbre del G7 vive en la infamia», ha remachado.
Además, sobre el compromiso de que el mundo entero esté vacunado para finales de 2022, les ha reprochado que «se preocupen más de proteger los monopolios y patentes de los gigantes farmacéuticos».
Una cumbre «productiva y colaborativa»
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró al cierre de la cumbre de líderes del G7 que el encuentro presencial ha resultado «extraordinariamente colaborativo y productivo» para desarrollar medidas que combatan la pandemia e impulsen la economía global.
«Estados Unidos vuelve a estar en la mesa», afirmó Biden en una rueda de prensa en la que lamentó que su antecesor en la Casa Blanca, Donald Trump, restara importancia a cuestiones como el cambio climático en anteriores reuniones internacionales, en las que tampoco se subrayó la amenaza que representa China.
El mandatario estadounidense recalcó la relevancia del compromiso adquirido por el G7 de donar 1.000 millones de vacunas contra el coronavirus a países en desarrollo y el acuerdo para impulsar una tasa mínima de sociedades global.
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