Francia decreta el toque de queda para 46 millones de ciudadanos e Irlanda vuelve a confinar todo el país
La Comisión Europea reitera a los 27 que se aseguren de proteger la libre circulación dentro de la Unión Europea
El Gobierno de Francia ha decidido decretar el toque de queda a otros 38 departamentos del país ante la «grave» evolución de la epidemia, lo que hace que a partir de este viernes 46 millones de franceses estén bajo esta estricta medida.
Los ciudadanos de 54 de los 101 departamentos franceses, además de los de la Polinesia francesa, deberán estar en casa desde las 21.00 de la noche hasta las 06.00 salvo que tengan motivos imperativos para salir, como laborales o sanitarios.
«La situación es grave», dijo con rotundidad a la prensa el primer ministro francés, Jean Castex, que subrayó que «la segunda ola» ya ha llegado y se observa un avance rápido en todos los países de Europa. Así claro se ha manifestado a la hora de comunicar el toque de queda en varios departamentos de Francia.
Irlanda, primero en reconfinar
Por su parte, Irlanda es el primer país de Europa que ha decidido, para hacer frente al nuevo coronavirus, un reconfinamiento nacional que empieza el jueves en medio de temores de que las consecuencias sean ahora más graves que en el primer confinamiento.
«Es devastador tener que sufrir un reconfinamiento (…) durante este período, que es el más cargado antes de las Navidades», aseguraba el martes a la AFP el responsable de una tienda de joyas antiguas, John Farrington. «Hay gente que difícilmente podrá superar un segundo confinamiento», agrega.
Desde el jueves, todos los comercios no esenciales -como el de Farrington- tendrán que cerrar durante seis semanas, y los bares y restaurantes solamente podrán servir comida para llevar.
Bruselas pide a los 27 garantizar la libre circulación
Ante los nuevos movimientos en el continente, la Comisión Europea ha reiterado este jueves su llamada a los estados miembros para que se aseguren de proteger la libre circulación dentro de la Unión Europea a pesar de las medidas que tomen para hacer frente a la nueva ola de contagios de coronavirus.
«Creemos que es esencial que, con independencia del contexto de crisis, siga estando garantizada la libre circulación, en especial la de los trabajadores transfronterizos», ha dicho en una rueda de prensa en Bruselas el portavoz del Ejecutivo comunitario, Eric Mamer.
El portavoz ha mencionado especialmente los casos de trabajadores de servicios esenciales como el personal sanitario, pero también otros sectores como el de transportes de mercancías, que se vio fuertemente perturbado en los primeros meses de confinamiento por los repentinos cierres de fronteras.
Bruselas ya se posicionó en los primeros meses de pandemia en contra del cierre de las fronteras interiores de la Unión Europea porque consideraba que no era efectivo para frenar la propagación del virus y porque temía que pusiera en peligro el espacio libre de fronteras Schengen.
Sin embargo, el Ejecutivo de Ursula von der Leyen no convenció a los estados miembros que fueron cerrando sus fronteras a medida que aumentaban los contagios y lo hicieron sin que mediara coordinación entre ellos ni se acordaran criterios comunes para decidir restricciones a la libertad de movimiento.
«Debemos aprender de la primera fase de pandemia en primavera para asegurarnos de que en las próximas semanas y meses las medidas que se tomen estén adaptadas (a la situación)», ha razonado el portavoz al ser preguntado por el riesgo de que los Estados miembros vuelvan a imponer confinamientos severos que lleven de nuevo al cierre de fronteras. Por ahora, Irlanda y República Checa han reintroducido el confinamiento.
Mamer ha añadido que los Estados miembro tienen la «responsabilidad» de asegurarse de que la libre circulación «sigue existiendo» dentro del territorio europeo, al tiempo que ha recordado que los jefes de Estado y de Gobierno prevén mantener videoconferencias periódicas para analizar la evolución de la pandemia e intentar coordinar la respuesta.
La primera videoconferencia de líderes, de hecho, tendrá lugar dentro de una semana, el jueves 29 de octubre, según anunció esta semana el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, con el objetivo de discutir las diferentes medidas y su coordinación.