Donald Tusk apremia a un acuerdo con Londres para que no ganen los que quieren dividir a la UE
Ha expresado Donald Tusk que «es nuestra unidad la que nos hace fuertes y no debemos perderla. Sería una derrota tanto para Reino Unido como para la UE, y una victoria geopolítica para quienes quieren dividirnos», en la carta de invitación remitida a los líeres para el Consejo europeo que arranca este jueves en Bruselas.
El presidente del Consejo ha intensificado sus contactos al más alto nivel en los últimos días, incluidas visitas a París, Berlín y Praga, en un intento por afianzar un acuerdo que, por el momento, considera «frágil» y sobre el que persisten diferencias en asuntos «políticos» de calado.
En este contexto, Tusk ha pedido a los líderes europeos ser «constructivos» en un momento «crucial» para la Unión Europea y aprovechar el impulso de unas negociaciones «muy avanzadas». «Tras mis contactos de las últimas horas he de ser franco: No hay aún garantías de que logremos un acuerdo», ha indicado en su carta, para después subrayar que «no habrá un momento mejor para un compromiso».
Los jefes de Estado y de Gobierno europeos discutirán por primera vez cara a cara este jueves sobre la propuesta de acuerdo redactada por Tusk y que hasta ahora sólo ha sido discutido a Veintiocho a nivel técnico. Estas negociaciones han permitido aclarar cuestiones «técnicas» y «jurídicas», pero las cuestiones más delicadas y de calado político siguen abiertas para que las resuelvan los mandatarios.
Un acuerdo «legalmente vinculante e irreversible»
El objetivo es alcanzar un acuerdo «legalmente vinculante» e «irreversible» que modifique la situación británica dentro de la UE en cuatro áreas concretas: gobernanza económica, bienestar social, soberanía nacional y competitividad.
Para ello, los líderes discutirán en una primera sesión el jueves por la tarde y darán paso, tras una cena dedicada a asuntos de política migratoria, a contactos bilaterales para resolver las reticencias al texto. El viernes por la mañana, los líderes retomarán las negociaciones formales en base a una probable propuesta enmendada, con el reto de cerrar el acuerdo esa misma mañana.
El primer ministro británico David Cameron reclama esta revisión de las relaciones como garantía para defender la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea, de cara a un referéndum que Londres se ha comprometido a celebrar antes de que acabe 2017, pero que, según distintas fuentes, aspira a convocar antes de que acabe este verano.