Biden no revertirá el apoyo de Estados Unidos a la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental

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Joe Biden

Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, le habría comunicado a Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, durante una conversación telefónica este viernes, que la Administración Biden no tiene intención de revertir el apoyo estadounidense a la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental que expresó el anterior Gobierno norteamericano de Donald Trump.

Según reveló el medio Axios de diversas fuentes, el gigante norteamericano seguiría reconociendo la fórmula de autonomía del Sáhara Occidental dentro del reino alauí, como ya hizo la pasada Administración Trump, otorgando así el importante soporte de la principal potencia mundial al país norteafricano en el contencioso saharaui. La decisión que surgió de estas discusiones no fue revertir la política de Trump, sino trabajar con los marroquíes en el nombramiento de un nuevo enviado de la ONU para el Sáhara Occidental con el fin de intentar reanudar las conversaciones sobre una posible autonomía para el territorio saharaui.

Tras ser cuestionada sobre este asunto en una rueda de prensa el viernes, la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Jaline Porter, dijo que “en lo que respecta al Sáhara Occidental, estamos consultando en privado con las partes sobre la mejor manera de detener la violencia allí… También hablaríamos de tener el objetivo de lograr un acuerdo duradero”.

Por su parte, la agencia de noticias marroquí MAP informó que Antony Blinken y Nasser Bourita destacaron en su conversación la fuerte y duradera asociación estratégica que une a Marruecos y a Estados Unidos desde hace décadas, según señaló un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino.

La relación personal el rey Mohamed VI y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, podría potenciar esta asociación, basada en valores e intereses comunes.

Así, el secretario de Estado norteamericano resaltó los progresos de Marruecos durante el reinado de Mohamed VI, en términos políticos, económicos y sociales.

Los dos diplomáticos analizaron asuntos importantes del escenario internacional como los conflictos en Libia y el Sahel; de esta forma, Blinken «se congratuló del papel estabilizador que desempeña Marruecos en una vecindad marcadas por turbulencias”.

El acuerdo al que llegaron el expresidente Donald Trump y el rey de Marruecos, Mohamed VI, incluía el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara y el establecimiento de vínculos diplomáticos entre la nación norteafricana e Israel, por otro lado. Siguiendo así la senda que se había abierto con los Acuerdos de Abraham en septiembre del año pasado, mediante los cuales países árabes como Emiratos Árabes Unidos y Bahréin establecieron lazos políticos con el Estado israelí bajo el auspicio de EEUU con el objetivo de potenciar mutuamente diversos sectores estratégicos y para pacificar Oriente Medio, después de los últimos turbulentos episodios pasados en los que naciones como Irán o Turquía han protagonizado acciones desestabilizadoras que han puesto en peligro la seguridad en la región a través de posturas agresivas o beligerantes, como han venido indicando diversos medios y analistas recientemente. Esta nueva conexión entre países árabes e Israel no se había dado en el pasado por problemas como el de Palestina, a excepción de los vínculos que se desarrollaron en el pasado entre Israel y Egipto y Jordania.

Blinken mostró su felicitación por la reanudación de los contactos oficiales entre Marruecos e Israel y subrayó que estas relaciones aportarán beneficios a largo plazo para ambos países, poniendo de relieve «el papel pionero y la acción creíble de Marruecos para lograr una paz duradera en Oriente Medio”, como señaló la agencia MAP y como se desprendió también de lo manifestado por el Departamento de Estado norteamericano.

Existía preocupación por si el nuevo Ejecutivo de Estados Unidos liderado por Joe Biden podía revertir este acuerdo bilateral, pero, según fuentes cercanas, como explicó el medio Axios, el nuevo Gobierno norteamericano seguirá dando su apoyo a Marruecos en el conflicto del Sáhara, según Axios.

Marruecos ya había estado recogiendo muchos apoyos en el plano internacional durante los últimos meses respecto a este asunto. Unos soportes políticos representados en la apertura de consulados de diferentes países, como Emiratos, Estados Unidos o Senegal, en enclaves reseñables como Dajla o El Aaiún, reconociendo así la marroquinidad del Sáhara.

El bando contrario en este enfrentamiento, el Frente Polisario, cada vez tiene menos apoyos en el plano mundial para su propuesta de referéndum de independencia en relación con el territorio saharaui. Escasamente cuenta con el apoyo de algunos países como Argelia, que siempre ha respaldado al Polisario en esta cuestión.

Aunque el Sáhara Occidental tiene menos de un millón de habitantes, ofrece ricos recursos de fosfato, pesquerías y una carretera clave hacia Mauritania y el resto de África occidental.

En noviembre, el Frente Polisario anunció que consideraba nulo el alto el fuego de 1991, después de que se produjese el conflicto del paso fronterizo de El Guerguerat en el que se bloquearon pasos por carretera y ante lo que tuvo que intervenir el Ejército marroquí para restablecer la situación.

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