Arabia Saudí llama a hacer frente a Irán por «amenazar la seguridad mundial»

Arabia Saudí llama a hacer frente a Irán por «amenazar la seguridad mundial»
Un periodista trabajando en la cumbre de las naciones islámicas en La Meca (Foto: AFP)

Arabia Saudí ha dejado claro dentro del marco de las cumbres del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y de la Liga Árabe celebradas en La Meca que Irán es una amenaza para la seguridad y la estabilidad en Oriente Medio y en el mundo y ha exigido con firmeza que se tomen medidas para poder enfrentar al régimen iraní.

El rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, Custodio de las Dos Mezquitas Sagradas, convocó sendas reuniones en el seno de la comunidad árabe ante la incertidumbre que se había generado en las últimas fechas debido a agresiones atribuidas a elementos proiraníes, como fueron el caso del sabotaje a cuatro buques petroleros en aguas de Emiratos Árabes Unidos (EAU), en concreto en el puerto de Fujairah, y los ataques perpetrados contras instalaciones armamentísticas y de almacenaje de crudo en territorio del reino saudí, estos últimos realizados con drones y atribuidos a los hutíes, apoyados por Irán.

La preocupación llevó a la movilización y la obligación de reunirse para ver cómo se le ponía coto a la actividad iraní, también muy de actualidad por su presencia en la guerra de Yemen, en la que da sustento a los rebeldes hutíes, milicias yemeníes aliadas de la misma confesión islámica chií que protagonizan un enfrentamiento armado con el objetivo de acabar con el Gobierno y de ofrecer una oposición fuerte al expansionismo de los saudíes y de la rama islámica suní en el territorio.

Ya en la primera de las cumbres programadas, la de emergencia convocada junto al CCG, el rey Salman culpó a Irán de las ofensivas contra los navíos petroleros en EAU y contra las infraestructuras de armamento y petroleras ubicadas en su país. “Lo que está haciendo Irán es un desafío a la paz”, expresó en esta primera reunión el monarca saudí, quien señaló que el régimen de los ayatolás se ha “animado” a realizar estas “agresiones” debido a la falta de una “postura decisiva” opositora por parte del resto de países árabes, que han dejado hacer a los iraníes en este sentido hasta llegar a un punto totalmente inasumible por la comunidad árabe e internacional en general.

Junto a este mensaje lanzado tanto en el primer cónclave vinculado al CCG como en la posterior de la Liga Árabe, Arabia Saudí ha querido dejar claro también que el plan principal es llevar la paz a la región de Oriente Medio, evitando así la “gravedad de una guerra”.

Las afirmaciones públicas del rey Salman se produjeron al inicio de la cumbre y, posteriormente, esta se desarrolló a puerta cerrada con el tema candente de Irán como tema principal a discutir sobre la mesa. Después de esta reunión tocaba el turno de ampliarla para añadir al resto de los 21 miembros activos de la Liga Árabe. Cabe destacar que incluso Qatar fue uno de los países invitados a La Meca a pesar de la mala relación existente entre gran parte de los países árabes, encabezados por Arabia Saudí y EAU, y el Estado qatarí, al que acusan de dar sustento al terrorismo internacional, por lo que se le impusieron sanciones políticas y económicas. Unas acusaciones que el país liderado por el jeque Tamim bin Hamad Al Thani ha negado en repetidas ocasiones.

El llamamiento a la firmeza contra la amenaza iraní ha sido claro y rotundo dentro del seno de la comunidad árabe. El rey Salman, que dispuso el palacio real de Al Safa, situado al lado de la Gran Mezquita de La Meca, sitio muy apropiado por el carácter religioso que tiene para los árabes el emplazamiento (más aun, teniendo en cuenta que es época de Ramadán), acusó a Irán de “amenazar la seguridad regional y mundial” y exigió esa postura firme por parte de sus socios árabes: “Pedimos el uso de todos los medios para impedir que el régimen iraní interfiera en los asuntos internos de otros países y patrocine actividades terroristas en la región y en el mundo».

Otro de los reproches hechos a Irán por parte del rey Salman tuvo que ver con su programa nuclear. En este sentido, quiso poner de manifiesto que Irán lleva ya cuatro décadas fomentando el terrorismo y que prueba de ello han sido las últimas agresiones que han amenazado la seguridad marítima en la zona del Golfo Pérsico, como la relacionada con las ofensivas contra los petroleros en Fujairah. Una seguridad naval que se ha visto puesta en entredicho con otros episodios como el de las amenazas sobre el cierre del estrecho de Ormuz, realizadas por parte de Irán, o los avisos por parte de los servicios secretos de Israel (Mosad), difundidos por EEUU, sobre presuntas amenazas a la fragata Navarra, embarcación española que comanda la misión Atalanta, iniciativa de la Unión Europea que trata de luchar contra la piratería en Somalia y el golfo de Adén.

Ya en la segunda cumbre, con la presencia de naciones integrantes de la Liga Árabe, los mandatarios árabes mostraron su total apoyo a Arabia Saudí frente a la agresividad internacional mostrada por Irán. El reino saudí quiso escenificar el peligro que supone Irán y ya en la conferencia con los Estados miembro de organización supranacional árabe se ofreció una muestra palpable de la amenaza que puede significar Irán mediante la exposición de diversas armas de fabricación iraní (misiles, drones, buques y otros materiales) que fueron usados, según las autoridades saudíes, para atacar en suelo propio.

El coronel Turki al Maliki, portavoz de la coalición militar árabe dirigida por Arabia Saudí que combate en Yemen contra los rebeldes hutíes, ofició el acto y mostró a todos los asistentes todo ese material armamentístico iraní, que quedó ubicado en Yeda, ciudad próxima a La Meca. Para enfatizar más el carácter amenazante de Irán, el propio Al Maliki protagonizó una muestra de misiles supuestamente iraníes, que estaban expuestos en el mismo aeropuerto de Yeda para recibir a los participantes en las reuniones. “Estas armas son prueba de la implicación del régimen iraní en estos actos terroristas”, exclamó el coronel saudí.

Entre los elementos que formaban parte de esta exhibición estaban un misil balístico tipo Qiam, enviado contra Riad el 25 de marzo de 2018, y otro cohete de parecida categoría, que supuestamente tenía como objetivo La Meca en 2016, algo desmentido por los rebeldes de Yemen.

Los hutíes han atacado en diversas ocasiones posiciones en Arabia Saudí con misiles y drones en respuesta a los bombardeos sufridos por parte de la coalición militar que lideran los saudíes sobre el terreno en Yemen.

Un ejemplo de la adhesión a Arabia Saudí lo representó Abdelfatah al Sisi, presidente de Egipto, quien manifestó que se deben utilizar “todos los medios” contra las “amenazas sin precedentes” a la seguridad en el Golfo. Al Sisi también hizo referencia a los ataques a instalaciones petroleras saudíes denunciando estos ataques iraníes y poniendo de manifiesto que los árabes no permitirán que sus derechos y territorios sean “violados”.

Otra de las autoridades que sostuvo la misma línea en el marco de la cumbre abierta a la Liga Árabe fue Barham Saleh, presidente de Irak, quien vinculó claramente la seguridad de la nación iraquí a la seguridad de Arabia Saudí. El dirigente iraquí quiso prevenir sobre los “peligros de la guerra” y puso en valor la necesidad de la diplomacia para hacer frente a todo este tipo de contiendas. Saleh quiso explicar que el diálogo es la principal herramienta para alcanzar la paz. “Irak no cejará en esfuerzos para llegar a una solución de la crisis”, indicó el propio Saleh.

Arabia Saudí tiene dispuesta una tercera cumbre a celebrar este viernes, de carácter ordinario, de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), en la que tomarán parte 56 países con el similar objetivo de unir fuerzas para hacer frente al régimen de los ayatolás. Junto a los países árabes, a este evento están citados los líderes de diversas naciones africanas como Senegal, Chad o Uganda; asiáticas como Afganistán, Pakistán, Indonesia, Malasia o Tailandia; y la caribeña de Surinam.

Por otro lado, antes de las dos cumbres del CCG y de la Liga Árabe, hubo un encuentro previo preparatorio protagonizado por los Ministros de Asuntos Exteriores islámicos y árabes miembros de la OCI con motivo de la 14ª Cumbre Islámica en Yeda. Esta reunión llevó como lema “La Meca, codo con codo hacia el futuro” y ha coincidido con el 50º aniversario de la creación de la OCI. Los temas tratados fueron debatir sobre el estatuto jurídico de Al Quds (nombre árabe de la ciudad de Jerusalén) y las situaciones de países críticos como Siria, Yemen, Libia, Sudán, Somalia y Afganistán; sobre los cuales se busca una solución ante los graves conflictos que viven.

Los últimos incidentes relacionados con los ataques hutíes a objetivos en Arabia Saudí también estuvieron en el orden del día de la convocatoria y fueron condenados; en la misma reunión se debatieron asuntos como el terrorismo, el extremismo y el crecimiento de la islamofobia en el mundo. Todo ello junto a cuestiones económicas, sociales, culturales y de desarrollo incluidas en los planes de actuación de la OCI.

Irán responde

La reacción de Irán no se ha hecho esperar ante el llamado de Arabia Saudí a sus aliados árabes de utilizar «todos los medios» posibles para poner freno a los iraníes y ha acusado al reino saudí de crear «discordia» entre las naciones islámicas de la región. «Arabia Saudí ha adoptado un enfoque equivocado al sembrar semillas de discordia entre los países islámicos», ha indicado el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Abas Musaví.

Las autoridades iraníes hablan de “denuncias infundadas» contra Irán, tras las acusaciones vertidas contra el régimen de los ayatolás por los sabotajes cometidos contra barcos comerciales en EAU y por las ofensivas con drones contra infraestructuras petroleras y de armamento en territorio de Arabia Saudí.

Musaví ha manifestado que Irán espera que tal postura no sea un reflejo del punto de vista real de las naciones árabes y ha subrayado que Arabia Saudí ha tergiversado todo con el objetivo de aprovechar “la oportunidad para atribuir acusaciones contra Irán». El portavoz iraní ha criticado también a Riad por poner sus miras en Irán y no en luchar por los palestinos, expresando su esperanza de que la cuestión palestina “no se vea ensombrecida por estos errores estratégicos”; algo a destacar ya que se celebra el denominado ‘Día de Al Quds’.

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