Los trucos para realizar un inicio limpio en Windows, así de simple y más fácil

Los trucos para realizar un inicio limpio en Windows, así de simple y más fácil
Los trucos para realizar un inicio limpio en Windows, así de simple y más fácil

Con el uso y el paso del tiempo, es posible que nuestros ordenadores comiencen a sufrir ciertos problemas de funcionamiento. Muchas veces se trata de inconvenientes relacionados con un software dañado o corrupto que afecta a todo el sistema operativo. Realizar un inicio limpio en Windows puede ser una buena forma de utilizar tu PC sin problemas y evitar aquellos archivos dañados.

Si no sabes de qué se trata este procedimiento, un arranque limpio implica iniciar el sistema ejecutando únicamente un conjunto mínimo de controladores y programas básicos para el entorno. Eso permite determinar si alguno de los que usualmente son ejecutados en simultáneo con éstos está provocando anomalías en el sistema. Y eso ofrece un mayor control al usuario.

¿Cómo realizar un inicio limpio en Windows?

Para llevar a cabo este paso a paso, lo primero es que inicies sesión en el equipo como Administrador del mismo. Si no estás seguro de ser el Administrador, debes buscar el menú de Crear una cuenta de administrador o de usuario local en Windows para descubrir qué derechos tiene tu cuenta. Si no tienes tus permisos de Administrador, no vas a poder realizar estos cambios en tu ordenador.

Suponiendo que los tengas, ve a la Búsqueda, escribe «msconfig» y selecciona Configuración del sistema en la lista de resultados. Luego, ya en la pestaña Servicios de Configuración del sistema, selecciona Ocultar todos los servicios Microsoft y Deshabilitar todo. Pulsa Aplicar para que los cambios den resultado.

Ahora, en la pestaña Inicio de Configuración del sistema, selecciona Abrir administrador de tareas e indica qué procesos deberían iniciarse con Windows y cuáles no. Lo ideal es que logres  deshabilitar todos los elementos que no sean 100% indispensables. Posteriormente tendrás que ejecutarlos uno a uno, para saber cuál de ellos es el que justifica el bajo rendimiento de tu PC.

Aceptados los últimos cambios, reinicia el equipo para acceder al arranque limpio y sigue los pasos de la solución de problemas para instalar, desinstalar o ejecutar la aplicación. Como es lógico, puede que el potencial de Windows se vea un poco reducido por esos elementos que acabas de deshabilitar. Esto es parte de las pruebas para averiguar cuál es el software conflictivo para el sistema.

Por último, restablece el equipo y haz que se inicie de modo normal después de solucionar los problemas de arranque limpio. Siempre que lo hagas regularmente, asegúrate de tener una copia de seguridad para no perder contenidos ni personalización.

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