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Cómo revivir una orquídea que se encuentra en mal estado

Diversos motivos pueden echar a perder una orquídea

revivir una orquídea
Las orquídeas son muy bonitas para decorar cualquier ambiente

Las orquídeas son una de las plantas más bonitas que puedes tener en el hogar, muy llamativas gracias a su estética y colorido, por lo que si las tienes siempre en las mejores condiciones lucirán espectaculares. Si quieres saber cómo revivir una orquídea, sigue leyendo y toma nota de cómo actuar en función del problema por el que esté pasando.

Todas las plantas necesitan cuidados para estar en condiciones óptimas, en muchos casos atenciones específicas de cada especie y en otras más generales, pero sin duda hay que prestarles atención para sacarles el máximo partido y que luzcan en todo su esplendor. Cuando eso no sucede, las plantas pueden entrar en una situación crítica, deteriorándose e, incluso, llegando a morir.

¿Por qué se deterioran las orquídeas?

Las orquídeas son una de las plantas más habituales en los hogares, ya que sus flores son muy bonitas, y en general toda la planta lo es, por lo que es muy utilizada para decorar diversos espacios. Es una planta que puede verse afectada por numerosos problemas, como secarse por tener falta de agua o por recibir demasiada luz solar, ahogarse por regarla demasiado, quedarse sin hojas o padecer diversas plagas o enfermedades.

Trucos para revivir una orquídea y que recupere su esplendor

Si está seca…

  1. Lo primero que tienes que hacer es retirar las hojas y tallos que veas que se han secado, que pueden ser muchas si no has cumplido bien con sus requisitos de riego.
  2. Una vez retiradas esas partes secas, riega de forma que todo el sustrato se moje y deja que drene bien antes de volver a ponerla en su ubicación habitual, ya que si no lo hace podrían encharcarse las raíces.
  3. Pulveriza las hojas con agua para que se den las condiciones ambientales necesarias para que el proceso de fotosíntesis se pueda realizar con mayor facilidad. En este punto es importante tener en cuenta que no debes pulverizar las hojas si éstas reciben directamente la luz del sol ya que podrían quemarse.
  4. Haciendo bien lo anterior, verás que en unos días la planta va recuperando su estado y vuelve a verse bonita.

Raíces secas

  1. Cuando lo que se ha secado son las raíces, lo mejor es utilizar musgo esfagno mojado para proporcionarle la humedad que necesita, y se utiliza también una bolsa de plástico para crear un efecto invernadero que le sentará de maravilla.
  2. Empieza quitando los restos de tierra que estén en las raíces secas.
  3. Utiliza unas tijeras de podar bien desinfectadas para cortar las raíces que estén secas, que estarán oscuras o tendrán un aspecto como de madera.
  4. Prepara un recipiente con agua tibia y añade un enraizante especial para orquídeas para después sumergir la planta durante una hora.
  5. Durante el tiempo de espera busca una bolsa de plástico transparente que sea más grande que la planta y pon en una esquina el musgo esfagno empapado en agua.
  6. Pasada la hora de espera, saca la planta del agua y aplica un poco de fungicida en la zona de las raíces.
  7. Mete la planta en la bolsa asegurándote de que las raíces queden en la esquina opuesta a la del musgo.
  8. Cierra la bolsa por completo, con mucho cuidado para no aplastar la planta.
  9. Coloca en un lugar que sea cálido dentro del hogar y que esté bien iluminado pero sin recibir directamente la luz del sol.
  10. Pasadas unas semanas, cuando la planta ya tenga raíces nuevas de unos 2-3 centímetros, ya podrás trasplantarla. Es muy importante que observes su crecimiento durante este tiempo pero sin abrir la bolsa.
  11. Si durante el tiempo en la bolsa ves que hay manchas blancas será señal de que has hecho algo mal en el proceso ya que han salido hongos.

Si está ahogada o marchita

  1. El exceso de agua, un mal drenaje o la mala ventilación pueden provocar que la planta se ahogue o se marchite, y lo primero que debes hacer en este caso es quitarla de la maceta con mucho cuidado para no dañar las raíces.
  2. Corta las varas que se hayan marchitado ya que pueden hacer que toda la planta se pudra. Utiliza unas tijeras de podar bien desinfectadas.
  3. Añade canela en polvo en los cortes que has realizado en las varas, ya que se trata de una especia que ayuda mucho a cicatrizar las lesiones en las plantas y que impide que entren hongos en los cortes.
  4. Aprovecha para cortar las raíces que veas que están en mal estado para dejar solo las que están bien, que serán verdes o blanquecinas.
  5. Coloca la orquídea en otra maceta, o en la misma si la has lavado, desinfectado y secado correctamente. Colócala de manera que las raíces que puedan ir por dentro se queden ahí de forma natural, y las que no se queden por fuera, no las fuerces a entrar ya que se pueden partir.
  6. Añade sustrato a la maceta, debe ser nuevo, no el que quitaste al principio.
  7. Lo ideal es que esté compuesto principalmente de cortezas de pino y que vayas rellenando bien los huecos hasta llenar la maceta.
  8. En el caso de que la orquídea no se aguante bien puedes ponerle un palo como apoyo, siempre con cuidado para no dañar las raíces.
  9. Añade un poco de musgo en las partes de la superficie en las que haya raíces.
  10. Pulveriza las hojas con un poco de agua mezclada con un vigorizante foliar.
  11. Ahora solo te falta colocar la planta en un lugar iluminado pero que no reciba directamente los rayos del sol, al menos no hasta que veas que está más sana.
  12. Al día siguiente ya podrás regarla, pero asegúrate de que no retiene agua ya que podría encharcarse y pudrirse nuevamente.

Sin hojas

  1. Si la planta está perdiendo las hojas lo primero que tienes que hacer es quitar las varas o tallos que estén en mal estado o que ya hayan tenido flor ya que no le saldrán más. Quédate con los más nuevos y que no hayan florecido todavía.
  2. Coloca la planta en un lugar luminoso para estimular su crecimiento, por ejemplo en una ventana si la tienes en interiores, pero deja al menos un palmo de distancia para evitar que la luz del sol incida en ella directamente.
  3. Pulveriza la planta con agua a diario para aumentar la humedad ambiental y que recupere su vigor para que le empiecen a salir nuevos tallos y se reactive su salud.
  4. Lo último será añadir al sustrato un poco de fertilizante específico para orquídeas.

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