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Cómo debes cuidar la carrasquilla azul: la planta más hermosa

Cómo debes cuidar la carrasquilla azul: la planta más hermosa
carrasquilla azul

La Glandora diffusa, tal su nombre científico, es una planta de tipo arbusto que destaca por su apariencia simple pero con unas llamativas flores de color azul brillante. Esta especie es perfecta para quienes no tienen demasiado tiempo libre a la hora de dedicarle a las plantas de su casa, e ideal si buscas algo colorido y minimalista. Suponiendo que te haya cautivado con su aspecto, así es cómo deberías cuidar la carrasquilla azul para que despliegue toda esa estética tan particular.

Se trata de una planta pequeña, de hoja perenne, que gracias a su porte bajo suele incorporarse a los jardines como tapizante del suelo. Por lo general, crece apenas 20 centímetros de altura y se expande rápidamente. Eso la hace una gran opción entre los que buscan alternativas para cubrir la tierra naturalmente.

Proveniente de la península ibérica, esta especie se desarrolla en los territorios de León, Galicia y Asturias, más que nada en las zonas de sotobosque.

Si eres de los que prefieren colocar sus plantas favoritas en macetas, podrás hacerlo ya que la carrasquilla azul se adapta sin problemas.

Cómo cuidar la carrasquilla azul

Independientemente de dónde crezca, el mayor atractivo de la Glandora diffusa son sus flores. De tonalidades intensas, incluso brillantes, tienen una curiosa forma de embudo, con cinco pétalos, y un color que va desde el azul púrpura al violeta oscuro.

Excepcionalmente, algunos ejemplares tienden hacia los rosas. Respecto a la época de floración, es larga. Inicia durante el invierno, en torno al mes de marzo, y finaliza durante el verano, entrando en el mes de septiembre.

El suelo

Más allá de ser un efectivo tapizante, la Glandora diffusa tiene varias necesidades con el suelo donde se la cultiva. Estamos en presencia de una especie acidófila, por lo que le gustan -y necesita- suelos ligeramente ácidos.

Al sembrarla tienes que ver que el suelo esté húmedo pero tenga un buen drenaje, ya que no les gusta los encharcamientos y su resistencia a ellos es mínima. En cuanto al sustrato, debe ser rico en materia orgánica y bajo en nitrógeno. ¡Regúlalo tú mismo!

La temperatura

Es una planta que soporta bastante bien el frío y las heladas, aunque puede llegar a sufrir las consecuencias en caso de que estas últimas sean recurrentes. Siempre que vivas en zonas donde los inviernos son crudos, intenta llevar las macetas al interior de tu vivienda para que el calor del hogar las resguarde.

Transcurrida esa estación puedes volver a sacarlas al patio, balcón o terraza. Y si las tienes en el suelo, protégelas con un plástico o fabrica un techo.

Otra solución es hacer un acolchado con corteza de pino y otros restos orgánicos para que las raíces puedan conservar mejor el calor bajo tierra.

El riego

El aporte de agua a esta especie debe ser regular, incluso exagerado los primeros tres meses luego de plantarla porque es cuando más humedad le hace falta. La regla es que el sustrato se mantenga húmedo pero sin encharcamientos. Y en verano vigila con especial atención ya que puede que se reseque un poco. Cuando te vayas de vacaciones, puedes instalar un sistema de riego automático para que la planta reciba la cantidad de agua que demanda.

¿Se debe podar la carrasquilla azul?

Si bien no es algo obligatorio, es uno de esos cuidados que ayudará a que se luzca. Podada a tiempo, su crecimiento será más rápido ya que toda la energía acumulada en la planta irá a parar a los brotes que quedan en pie.

Lo conveniente es una poda importante una vez que termine el período de floración. Preservará así su porte compacto sin descontrolarse, y es la manera de estimular la producción de flores cuando empiece la próxima primavera.

Energía para tu ejemplar de Glandora diffusa

El abono es otro cuidado que debes considerar. Un aporte extra de nutrientes al comenzar la primavera contribuirá a la aparición de sus flores azules. Debes diluir un fertilizante líquido para plantas acidófilas en el agua de riego al menos una vez al mes en esta estación.

Si no quieres esforzarte tanto, debes comprar un abono de liberación lenta, cuyos efectos al aplicarse se prolongan durante unos tres meses. Estas soluciones son válidas para darle energía.

¿Cuáles son las plagas de la carrasquilla azul?

Los hongos son la amenaza de mayor peligro para esta especie. Las flores de la carrasquilla azul llenarán tu jardín de abejas y otros insectos polinizadores que no representan ningún riesgo, pero los hongos sí que pueden dañar tus ejemplares.

Si notas que hay una invasión fúngica o de insectos que están deteriorando tu carrasquilla azul, no dudes en esparcir un fungicida o insecticida para ahuyentarlos. Mientras actúes a tiempo difícilmente los ataques de hongos sean letales.

Los hongos son más probables si hay encharcamientos o en primavera, cuando la actividad de la planta se multiplica por la inminencia de su floración. Normalmente, cuanta mayor humedad haya en torno a la Glandora diffusa más posible será que los hongos produzcan síntomas indeseados en ella.

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