Alimentación

Cómo congelar berenjenas de manera correcta

Las berenjenas se pueden congelar de diferentes maneras

congelar berenjenas
Las berenjenas se pueden congelar de diferentes maneras

Las berenjenas son uno de los alimentos que más se consumen en todo el mundo, un vegetal con propiedades muy beneficiosas que lo convierten en perfecto para formar parte de una alimentación saludable y equilibrada. Hoy te damos las claves para que puedas congelar berenjenas de manera correcta y así poder aprovecharlas al máximo siempre que quieras.

Congelar alimentos es una de las mejores técnicas para poder conservarlos durante el mayor tiempo posible, aunque hay que saber cómo hacerlo en cada caso ya que no todos se conservan de la misma manera. Un congelado inadecuado estropeará los alimentos o hará que su consumo no sea seguro.

Las berenjenas, un alimento excelente

En España tenemos principalmente dos tipos de berenjena: las semialargadas y las globosas. Su sabor es muy peculiar y es un alimento muy versátil que se puede cocinar tanto frito como cocido, al horno o a la plancha. Por suerte, se pueden congelar también de diferentes maneras, así que son perfectas para comprar en cantidad y conservarlas hasta que las necesites.

Formas de congelar berenjenas

Berenjenas crudas

  1. Si quieres congelar berenjenas crudas, empieza por lavarlas, pelarlas y cortarlas en rodajas.
  2. Pon a hervir agua en un cazo o caldero y añade medio vaso de limón.
  3. Prepara otro recipiente con agua y varios cubitos de hielo para que se enfríe lo máximo posible.
  4. Cuando el agua hierva, introduce las rodajas de berenjena durante tres minutos para que se puedan escaldar. Gracias al limón se eliminarán las enzimas que provocan su descomposición pero se mantendrá su valor nutricional.
  5. Pasados esos tres minutos, introduce las rodajas en el agua helada y déjalas a remojo 4-5 minutos, hasta que estén bien frías.
  6. Cuando se hayan enfriado, sácalas del agua y colócalas sobre papel de cocina para que absorba todo el exceso de agua.
  7. Mete las rodajas de berenjena en una bolsa especial para alimentos o en un recipiente hermético, así se conservará congelada sin estropearse. Es recomendable ponerlas separadas para que no se queden pegadas al congelarse y cuando las necesites saques únicamente las que quieres cocinar.

Berenjenas rellenas

  1. Si las has cocinado rellenas, colócalas sobre una bandeja o recipiente y envuélvelo con film transparente de forma que quede bien estirado para que no entre aire.
  2. Mete el recipiente en el congelador en posición recta para que las berenjenas no se vuelquen.
  3. Cuando las necesites, las descongelas, las calientas y a disfrutarlas.

Berenjenas fritas

  1. Si las has freído y te han sobrado, también las puedes congelar.
  2. Elimina el exceso de aceite y coloca las berenjenas que quieras congelar en una bandeja o recipiente.
  3. Coloca un trozo de film transparente sobre cada berenjena para que no se quede pegada a las demás.
  4. Si tienes más berenjenas, añade otra capa, como si fuera una lasaña, siempre poniendo film transparente en el medio para que no se peguen.
  5. Por último, cubre el recipiente con una tapa que lo deje hermético o bien con film transparente, bien estirado para que no quede aire en su interior.

Berenjenas cocidas

  1. Si quieres congelarlas estando cocidas, lo primero que tienes que hacer es separar las rodajas o láminas y cubrir con papel absorbente para eliminar el exceso de agua.
  2. Mete las berenjenas en un recipiente hermético y asegúrate de que lo cierras bien para que no entre aire, ya que se estropearían en poco tiempo.
  3. Es muy importante que no llenes el recipiente, ya que todos los alimentos aumentan su tamaño al congelarse y podría romperse, estallar o abrirse.
  4. Mete el recipiente en el congelador y sácalas cada vez que lo necesites.

Principales beneficios de las berenjenas

  • Contienen vitaminas y ácido fólico que permiten reforzar el sistema inmunológico y mejorar así tu resistencia a determinadas enfermedades.
  • Es muy rica en calcio, potasio, magnesio, hierro y fósforo, lo que ayuda a prevenir la osteoporosis, la artritis y enfermedades del corazón.
  • Son bajas en calorías y contienen una gran cantidad de agua, por lo que son perfectas para perder peso.
  • La piel de las berenjenas contienen nasunina, un antioxidante que únicamente se encuentra en ellas y cuya función es retrasar el envejecimiento.
  • Los expertos las recomiendan a personas con osteoporosis o anemia gracias a su alto contenido en hierro, fósforo y calcio.
  • Contiene ácido clorogénico, que contribuye a reducir el colesterol malo y a combatir los radicales libres.
  • La berenjena es una hortaliza muy rica en flavonoides, pigmentos muy conocidos y apreciados por ayudar a mejorar determinadas cualidades de los alimentos. Además, protegen las células de la piel de diversos agentes que pueden dañarlas.

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