Las travesuras de un emperador romano: el lado desconocido de Nerón

Nerón pasó a la historia por ser uno de los emperadores romanos más extravagantes y despiadados. Ascendió al trono imperial a los 17 años tras la muerte de su padre, y gobernó el Imperio Romano durante 14 años, desde el 54 al 68 EC. A menudo, los historiadores le describen como un hombre como cruel y tiránico que perseguía a todos aquellos que, según sus teorías conspirativas, podían ser sus enemigos.

De acuerdo con varios cronistas de la época, el joven emperador romano ordenó el asesinato de San Pedro y San Pablo, el de sus dos esposas, Claudia Octavia y Popea Sabina, y el de su propia madre, Agripina la Menor. Sin embargo, su mala reputación podría tratarse de una exageración, ya que estudios recientes apuntan a que Nerón no era tan cruel como se pensaba. Este es el lado desconocido del joven emperador.

Fue un emperador querido y popular

Nerón (Lucio Domitio Claudio Nerón), fue proclamado emperador con tan sólo 17 años, poco después de que su madre convenciese al entonces emperador Claudio de que lo adoptara y lo casara con una de sus hermanastras, Octavia. A pesar de su inexperiencia, el joven líder se hizo popular por adoptar medidas administrativas de gran alcance e importantes proyectos de construcción.

También mejoró el sistema de suministro de alimento en Roma y le entregó monedas a la gente, demostrando de alguna manera que le importaba el pueblo romano, lo que incrementó a un más su popularidad. Sin embargo, ejecutó políticas que molestaron a las élites y a los ricos, siendo estos los que divulgaron su mala fama.

Era aficionado al teatro y a los espectáculos

En ocasiones, Nerón también mostraba su lado más sensible. Como era gran fanático de la cultura griega y del teatro, aprendió a tocar la lira y a actuar por todo el territorio del Imperio. También se fue de gira por Grecia para dedicarse a la música y al teatro y construyó un teatro privado en Roma, un lujoso edificio situado cerca del vaticano.

También le apasionaban las luchas entre gladiadores y las carreras de carros, uno de los deportes más populares de la época. De hecho, durante su reinado le dio una gran importancia a la organización de espectáculos, lo que incrementó su popularidad entre la gente, pero, a su vez, causó muchas críticas por parte del senado.

Tuvo una compleja relación con su madre

Durante los primeros años de Nerón en el trono, su madre Agripina tuvo una influencia importante en la toma de decisiones de su hijo y actuó casi como cogobernadora. Eventualmente, el poder que ejerció su madre no fue bien visto por sus detractores, por lo que Nerón la removió del palacio para desplazarla del centro del poder.

En el año 59 d.C., Agripina falleció y Nerón fue acusado como el responsable. El emperador, quien había planeado el asesinato de su madre con gran cuidado, justificó su muerte alegando que ella planeaba asesinarlo a él.

Sus matrimonios y aventuras fueron problemáticos

La primera esposa de Nerón, Claudia Octavia, también jugó un papel importante en su ascenso, pero Nerón terminó ordenando su destierro y posterior ejecución, acusándola de adulterio. De acuerdo con las crónicas de la época, Nerón se deshizo de su primera esposa para poder casarse con Popea Sabina, con quien tenía un romance a escondidas.

El segundo matrimonio de Nerón, sin embargo, no fue feliz, pues el hijo de ambos murió poco después de su nacimiento. El siguiente embarazo de Popea terminó en tragedia para ambos, ya que ella también murió.

Provocó el Gran incendio de Roma, ¿o no lo hizo?

El Gran Incendio de Roma, que inició el 19 de julio del 64 EC y duró seis días, fue sin duda la mayor amenaza de su reino. Los incendios eran comunes en la antigua Roma, pero este tuvo una repercusión sin presente, ya que el fuego consumió ferozmente todo lo que estaba a su paso.

Los historiadores de la época, principalmente Tácito, dijeron que él fue quien comenzó el incendio, pero los investigadores modernos aseguran que se tratan de acusaciones absurdas. De hecho, Nerón ni siquiera se encontraba en Roma en ese momento y se apresuró a ir a la ciudad cuando se enteró del incendio. Para desviar las acusaciones en su contra, el propio Nerón acusó los cristianos del incendio, quienes fueron ejecutados en masa.

Las fiestas descontroladas

El joven emperador era conocido por sus fiestas extravagantes y sus banquetes interminables. Se cuenta que organizaba cenas temáticas en las que los invitados debían vestirse de acuerdo con un determinado tema, a menudo con un aire burlesco. Una de sus travesuras más recordadas fue cuando, en un banquete, decidió que la comida debía servirse mientras los invitados estaban completamente desnudos, lo que provocó risas y rubores entre los asistentes.

El amor por los disfraces

Además de su pasión por las artes, Nerón disfrutaba de disfrazarse y hacerse pasar por otros. Se dice que frecuentemente se vestía de plebeyo para mezclarse con la gente común, a veces incluso robando de sus mercados locales. Este comportamiento provocaba tanto admiración como temor entre los ciudadanos, quienes nunca sabían si el hombre que tenían delante era realmente el emperador o simplemente un actor.

A pesar de su notoriedad y mala reputación como tirano, cruel y violento, Nerón fue un hombre de su época, un reflejo de los aristócratas de su generación, que tuvo tantos logros, como fracasos y tragedias.

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