Arqueología

Hallazgo histórico: desentierran un acueducto romano de hace 1.800 años bajo un castillo en Eslovaquia

Castillo, Eslovaquia, descubrimientos
Excavaciones en el castillo Rusovce, Eslovaquia. Imagen: Trnavská univerzita v Trnave.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Durante las obras de restauración en el castillo de Rusovce, en Bratislava, un hallazgo inesperado cambió el rumbo del proyecto: arqueólogos encontraron bajo tierra una estructura romana que llevaba siglos enterrada sin que nadie lo supiera.

Se trata de un tramo de acueducto de 38 metros de largo, oculto justo bajo el edificio principal. Estaba allí desde el siglo II d.C. y, por una combinación de azar y abandono, había permanecido en un estado de conservación excepcional.

El descubrimiento lo hizo un equipo de arqueólogos de la Universidad de Trnava, dirigidos por Erik Hrnčiarik. Aunque ya se sabía que la zona tenía un pasado romano, nadie esperaba encontrar una obra hidráulica de estas dimensiones. Este es, de hecho, el primer acueducto romano excavado y documentado en profundidad en suelo eslovaco.

El acueducto romano más largo hallado en Eslovaquia

El canal fue levantado con piedra local y ladrillos tegulae, dispuestos para formar una ligera pendiente que guiaba el agua hacia el área donde hoy se alza el castillo. El conducto mide 91 centímetros de alto y el canal por donde fluía el agua tiene una anchura de 32 centímetros, lo que corresponde a una medida clásica romana: un pie.

A simple vista puede parecer una obra sencilla, pero el cálculo detrás de su diseño, y el peso del material utilizado (unas 51 toneladas de piedra y más de 80 ladrillos grandes) dan cuenta de una infraestructura mucho más compleja de lo que aparenta.

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Tramo del acueducto romano descubierto en Eslovaquia. Imagen: Trnavská univerzita v Trnave.

Lo interesante no es sólo el tamaño o el estado de conservación. Algunas de las tegulae conservan inscripciones con el nombre del taller que las produjo, e incluso hay una que muestra la huella de un perro que se paseó por encima cuando el barro aún no había secado del todo.

A partir de una de estas marcas, «C VAL CONST KAR», los investigadores han vinculado la obra a la fábrica de ladrillos del comerciante Gaius Valerius Constans, que operaba en Carnuntum, a unos kilómetros al oeste. Eso permitió fechar la construcción hacia mediados del siglo II.

Se calcula que el acueducto funcionó hasta finales de ese siglo. Luego fue sepultado por escombros, lo que ayudó a preservarlo casi intacto durante más de 1.800 años.

¿A dónde conducía el acueducto romano?

El canal apunta hacia una estructura que aún no se ha localizado con precisión, aunque los arqueólogos creen que podría tratarse de unas termas militares, hoy desaparecidas bajo el ala sur del castillo.

Lo que sí se ha confirmado es que el tramo descubierto es el más largo registrado en esta parte de Europa Central. Se han documentado otros acueductos en lugares como Vindobona (Viena) o Mautern, pero hasta ahora no había constancia de algo así en territorio eslovaco.

El valor del hallazgo ha obligado a replantear el plan de restauración del castillo. El gobierno, junto con la Oficina de Monumentos Nacionales, ha decidido conservar el acueducto in situ. Algunas instalaciones previstas han tenido que ser desplazadas, pero el cambio permite proteger un vestigio que podría aspirar a ser parte del patrimonio de la UNESCO.

Estas excavaciones también han revelado otros fragmentos del pasado: cerámica importada de regiones lejanas como la Galia o Germania, fragmentos de vidrio, adornos personales, incluso monedas y una pulsera de plata.

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