Melyssa Pinto desvela las secuelas tras su paso por ‘Supervivientes 2021’
La aventura de ‘Supervivientes 2021’ terminó hace prácticamente dos meses, convirtiéndose en la más larga de la historia del formato. Finalmente, tras un duelo entre Gianmarco Onestini y Olga Moreno después de que Melyssa Pinto obtuviera la tercera plaza, la que se llevó la victoria fue la mujer de Antonio David Flores. Una decisión que, como era de esperar, no estuvo exenta de polémica.
Esta aventura marca para siempre a todos los concursantes que ponen rumbo a Honduras, de una manera u otra. Lo que más llama la atención, sin lugar a dudas, son las secuelas físicas que tienen tras estar algo más de tres meses en los Cayos Cochinos. Tom Brusse recientemente confesó que se agobia por el ritmo tan frenético de Madrid, mientras que Lola reconoce que no le gusta ver a la gente comer rápido.
Melyssa Pinto, a través de su canal en Mtmad, ha dado a conocer algunas de las tantas manías que ha adquirido tras su participación en ‘Supervivientes 2021’. “Me estoy adaptando de nuevo a la situación, a la vida diaria, cotidiana, a mi rutina. Me está costando un poco, es bastante estresante”, comenzó diciendo la joven.
A Melyssa le está costando mucho adaptarse a su vida anterior, su novio y su trabajo: «Hablo con algunos de mis compañeros a menudo» 😮 https://t.co/lRDeqo6O51
— mtmad (@mtmad) August 31, 2021
A pesar de todo, reconocía que “estoy muy bien, estoy muy contenta”. La que fuera participante de ‘La isla de las tentaciones’ asegura que “en la isla estaba relajada, estaba acostumbrada a estar sin el teléfono. Me gustan mis momentos de soledad y ahora como que todo el mundo quiere verme, estar conmigo… Es normal, pero yo necesito mi espacio”.
La tercera finalista de ‘Supervivientes 2021’ quiso seguir explicando las secuelas que tiene tras su participación en el reality: “Por ejemplo, voy por la calle y en un momento dado me entra el puntazo y me apetece tumbarme en el suelo, y me quiero tumbar en el suelo. Y es un problema porque esto no es ‘Supervivientes’ y no puedo tirarme en el suelo”.
Por si fuera poco, quiso compartir una anécdota: “Yo les dije a mis amigas que lo quería hacer y me tumbé en medio del paseo marítimo cinco minutos. Mi cuerpo lo necesitaba”. Melyssa Pinto, a su vez, reconoce que continuamente tiene ganas de comer un alimento que generó mucha polémica en el concurso: “Me paso el día comiendo unas galletas con crema de cacao por dentro y la crema de cacao en sí. He creado como una obsesión con el dulce y ahora me tengo que pasar el día comiendo dulce”. Lo que la joven tiene claro es que echa mucho de menos Honduras.