‘First Dates’: la comentada metedura de pata de un soltero en plena cita
Su cita para esa noche no dudó en corregirle
Esta semana, como no podía ser de otra manera, comenzó con una nueva entrega de First Dates en Cuatro. De esta forma, una vez más, el equipo del exitoso programa conducido por Carlos Sobera volvió a hacer todo lo que está en su mano para sorprender a los espectadores. ¿De qué forma? A través de nuevos comensales que acudían al restaurante más famoso de la televisión con el objetivo de intentar conocer a su media naranja o, al menos, pasar un buen rato. Uno de los protagonistas de la noche fue, sin lugar a dudas, Luis Miguel. El chef vallisoletano llegó al programa con muchos nervios pero, sobre todo, lo hizo verdaderamente ilusionado. No llegó solo, ya que acudió a la cita junto a su intérprete de lengua de signos puesto que es sordo. Entre otras tantas cuestiones, Luis Miguel desveló que ha tenido muchas relaciones a lo largo de su vida.
Es más, ha desvelado que está separado y que tiene dos hijos. A pesar de todo, el de Valladolid reconoció que no ha encontrado a una persona con la que poder disfrutar de esa estabilidad y normalidad que tanto busca. Su cita para esa noche fue José, un hombre de 63 años que llegó al restaurante de First Dates con un regalo verdaderamente especial para su cita, que en ese caso era Luis Miguel. ¿En qué consistió, exactamente? En una fotografía hecha por él mismo. Nada más entrar, no dudó un solo segundo en hacer una contundente confesión a Carlos Sobera, reconociendo que buscaba a alguien «relajado como él». Lo cierto es que esa primera impresión fue bastante diferente en ambos. A José le llamó la atención lo bien vestido que iba su cita para esa noche, mientras que Luis Miguel tuvo claro que no le atraía físicamente en absoluto.
A pesar de haber tenido ese pensamiento, no dudó en darse una oportunidad para conocerle. Entre otras cuestiones, José aseguró que se dedicaba a ser guía turístico gastronómico. Por lo tanto, le encanta aprender idiomas. Es más, ha asegurado que le gustaría mucho aprender lengua de signos con el objetivo de atender a clientes «sordomudos».
Una metedura de pata que Luis Miguel no tardó en corregir a su cita, ya que deben ser llamados «personas sordas». Al ser consciente de sus palabras, José pidió perdón y se explicó al asegurar que utiliza mal ese término porque ha vivido en diversas partes del mundo. Por fortuna, lejos de derivar en una situación tensa y desagradable, los dos agradecieron las palabras del otro pero, sobre todo, el interés mostrado por mejorar. Eso fue, sin duda, un gran punto a favor.
Llegó el momento de la decisión final en First Dates. Fue entonces cuando Luis Miguel no tardó en reconocer que, desde que vio por primera vez a su cita, no le gustó en absoluto. Aun así, tras darse la oportunidad de conocerle en la cena, reconoció que se sorprendió al encontrarse con una persona verdaderamente simpática y educada.
José, por su parte, se mostró de acuerdo y explicó que, en su caso, buscaba una pareja más joven puesto que siempre había estado con chicos a los que sacaba entre 15 o 20 años. Así pues, a pesar de haber disfrutado de una velada de lo más agradable, no quisieron tener una segunda cita. Eso sí, se mostraban dispuestos a conocerse mucho más para disfrutar de una bonita amistad fuera del programa.
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