Carmen Borrego habla, por primera vez, del suicidio de su padre en televisión

«El puente de las emociones» de ‘Supervivientes 2020’ ha servido, además de para conocer mejor a los concursantes, para inspirar a ‘Viva la vida’. Ahora, el programa de Emma García ha querido contar con una sección en la que, a falta de puente, los colaboradores deben de bajar unas escaleras para desnudarse emocionalmente. Tras Alba Carrillo, ha llegado el turno de Carmen Borrego.

La colaboradora ha regresado a su pasado para analizar algunas de las etapas de su vida que más le han marcado. El tema principal que ha motivado cada explicación que ha dado la hija de María Teresa Campos ha sido la muerte de su padre. La colaboradora recuerda ese momento como uno de los más oscuros de su vida.

Carmen Borrego habla de lo que nunca ha hablado públicamente #VivaLaVida302 https://t.co/w0WmBP2kD5

— Viva la vida (@VivaLaVidaT5) May 31, 2020

“Fui la última persona que habló con él la última noche a que todo esto ocurriera. Lo que me dijo me lo voy a quedar para mí. Jamás sospeché nada de lo que iba a pasar. Si lo hubiera sospechado hubiera salido corriendo a donde hubiera hecho falta para evitar aquello que ocurrió”, ha dicho acerca de aquel trágico capítulo de su vida.

Con esta confesión, Carmen Borrego hablaba de su sentimiento de culpa, con el que continuaba diciendo: “Nunca pensé que esto podría ocurrir porque no me hubiera retirado ni un solo momento de su lado”. Además, la hija de María Teresa Campos contó unos detalles hasta ahora desconocidos: “Yo no me entero realmente de lo que ha ocurrido hasta el día siguiente, porque mi familia decide que quien nos tiene que decir semejante cosa tan terrible es mi madre. Se nos dice que mi padre ha tenido un accidente, pero no qué tipo de accidente”.

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Por fin liberada !!!

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Durante años, la culpabilidad ha estado muy presente y de forma inexplicable en la vida de Carmen Borrego. Afortunadamente, ese consecuente sufrimiento no ha durado para siempre. El nacimiento de su hija sirvió para devolverle la paz que durante años había echado en falta con la pérdida de su padre. Aunque aún recuerda aquel día con dolor, la maternidad le ayudó a sanar las heridas del pasado.