Mateo Salazar (KPMG): «Hay que multiplicar por 12 hasta 2030 la inversión en crecimiento sostenible»
El socio Sostenibilidad y Buen Gobierno de KPMG España explica que hay sectores que van a "morir" porque van a ser negocios inviables ante los impuestos
El socio de Sostenibilidad y Buen Gobierno de KPMG España, Mateo Salazar ha alertado en el transcurso de la entrevista realizada por el periodista de OKDIARIO Vicente Gil en marco las II Jornadas de OKGREEN, de que en seis años hay que multiplicar por 12 la inversión en crecimiento sostenible.
«Hay estimaciones que dicen que vamos a necesitar 12 billones de euros -trillones americanos, europeos con doce ceros (es decir 12.000.000.000.000 de euros)- de inversión, sobre todo en el sector transportes, energía y agroalimentación, sectores en los que vamos a ver una transformación profunda. Hoy en día estamos invirtiendo, si acaso llegamos, un billón al año. Hay que multiplicar por doce esta cifra hasta 2030», ha recalcado a la pregunta del Vicente Gil sobre si es posible un crecimiento sostenible.
Concretamente, sobre si es inviable ha querido hacer una analogía: «Un presidente venezolano, una vez, dijo que en su Gobierno iba a prohibir la pobreza. Ojalá fuera tan fácil como dejar de crecer. La población va a seguir creciendo, vamos a tener muchísimas necesidades, y cada vez queremos más prosperidad, y eso significa más recursos». Así, a renglón seguido ha aseverado: «Hay que pensar en un crecimiento sostenido a largo plazo».
La entrevista ha tenido lugar en el Auditorio de la Fundación Giner de los Ríos de Madrid y ha comenzado con una presentación del invitado y de sus homólogos en KPMG como «consultores, auditores y confesores» acerca «del cambio climático y de otras crisis que tenemos en curso». «Las empresas nos toman de confesores, me gusta esa analogía», le ha contestado Salazar a Gil, punto de partido de una charla en la que se han tratado cuestiones como los tres problemas añadidos al cambio climático, cuestiones regulatorias y de burocracia, la ayuda que brinda KPMG a las empresas para «adelantarse» a la gran cantidad de regulación europea y española, los impuestos verdes, los inversores y el escepticismo apocalíptico en determinadas comunicaciones y la importancia de la información
Salazar, que ha ayudado a más de un centenar de empresas de diferentes sectores en lo que se refiere a sostenibilidad a lo largo de su carrera, ha relatado que al cambio climático -que «copó la agenda» en los años 80 y «ahora es un problema creciente y exponencial»- se suman actualmente «otros problemas urgentes» y ha enumerado tres. En primer lugar, la biodiversidad, de la que no entendemos qué está pasando, fundamentalmente porque no hay métricas». Le sigue el agua, un problema que, a su entender, evoluciona muy rápidamente. Finalmente, los plásticos, muy utilizados por el sistema alimentario y un problema de difícil solución.
«No tienen opción»
A su juicio, «las empresas quieren ser más verdes cada vez porque no tienen opción», punto en el que se ha referido a la «inevitabilidad» y se ha preguntado si nos hemos rendido en la lucha contra el cambio climático, haciendo referencia a los casos de las declaraciones de Javier Miley en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024 (COP29) celebrada este año en Bakú (Azerbaiyán); los 4.000 millones de sobrecosto para Tesla en la instalación de su factoría en Alemania por no tener en cuenta la dependencia del agua para cumplir con los requisitos ESG en materia de sostenibilidad: y los problemas de JBS, la empresa cárnica que podría enfrentar pérdidas millonarias por haber comprado ganado criado en una zona protegidas en la Amazonia de Brasil y su acción cayó un 20%. «Estos impactos materiales hacen darse cuenta de que es inevitable», ha concluido.
Así, las regulaciones, los impuestos y la reputación marcan las agendas de las empresas. Según Salazar, que cita palabras de un colega de KPMG, las empresas entran en la cuestión de la sostenibilidad «por coacción, coerción o conveniencia» y, concretamente, porque «los demás lo hacen, la regulación obliga y los impuestos relacionados también y por los incentivos de mercado». A ello, Gil le ha aportado la «convicción».
Sobre la regulación y la burocracia en España, el socio de KPMG ha declarado rotundamente: «No hay cambio sin dolor. La dicotomía de más o menos regulación es falsa. Es mejor o peor. El problema es que regulamos cosas nuevas en Europa que no se habían testeado en la economía y ello genera estupor y temblores».
En este sentido, ha explicado que la entrada en vigor de «cientos de iniciativas» a nivel europeo afecta a todos los sectores, entre los que ha citado el farmacéutico y el turismo” y «genera un problema», aunque él prefiere ver esta «inevitabilidad» como una «oportunidad» sin perder el sentido común para tomar decisiones. Y ha animado a los empresarios porque en el futuro «ganarán en el mercado global las empresas europeas que estén preparadas».
Así, KPMG ayuda a los clientes a anticiparse, sabiendo que las regulaciones les generan ese «estupor y temblores» y que estos temas «complejos» les llevan a veces a plantearse cuánto va a ser la multa.
«El reto es simplificar la vida a nuestros clientes, calmar los ánimos. En un tema de sentido común en el fondo, cuando se pasa la maraña regulatoria. Eso es lo que tiene que motivar el cambio».
«Hay empresas que no van a sobrevivir»
Con todo, ha advertido de que «hay empresas que no van a sobrevivir» a la regulación, a los cuantiosos impuestos verdes y a las sanciones. «Cada vez más vamos a ver impuestos que desincentiven algunos sectores. Hay negocios inviables. Estos impuestos realmente, en algunos casos, sí son muchos, y en algunos sectores van a hacer que el sector muera».
Mateo Salazar ha invitado a mirar dónde está el capital y ha recalcado que son los fondos de pensiones los que «mueven los hilos de la economía». «Tienen dinero hoy que tienen que devolver en largo plazo. Si dentro de 50-60 años la economía es diferente no van a poder», de ahí que los presidentes de bancos, las bancas de inversión, inviten a seguir esa filosofía de largo plazo. «El mundo está cambiando porque el sistema financiero está muy interesado en invertir en esto», ha declarado.
Otro de los aspectos tratados en la entrevista ha sido el de la importancia de comunicar. «Ser y parecer ser», ha declarado maquiavélicamente Salazar. «La sostenibilidad genera riesgos y oportunidades para las empresas», ha afirmado y, se ha referido al «green washing» y al «green hushing».
Concretamente, sin citar expresamente la reciente Dana en Valencia, el periodista Vicente Gil ha mencionado el «tono apocalíptico a la hora de comunicar» en determinadas circunstancias y Salazar le ha respondido a la formulación: «El tono apocalíptico y el miedo genera parálisis en contra de nuestros mejores intereses» y ha constatado que las empresas llegan a preguntar a las consultoras cuánto es la multa porque sienten imposibilidad de progresar. «Pero no hay cambio sin dolor», ha remarcado.
Para concluir, ha dejado los siguientes datos esperanzadores sobre la mesa en torno a los conceptos de sostenibilidad y buen gobierno: cuando se graduó su padre le dijo que no era un trabajo de verdad y 16 años después, a sus 37 años, Salazar es socio en KPMG y trabaja con grandes empresas españolas y del mudo tomando decisiones estratégicas. «Soy optimista de que si queremos, lo lograremos», aunque mejor con un «volantazo gradual» y que no tengamos que tomar «decisiones tipo pandemia» para llegar por el «buen camino» a 2030. Ahora toca resolver el problema generacional -como el de Salazar padre- para explicar esto y convencer al mudo de que existe tras “mucho alarmismo que no se ha consolidado en nada de verdad”. «Vamos al pragmatismo, cuando uno mira los datos de lo que está pasando, es evidente», ha concluido.
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