Un empresario admite que pagó una comisión de 400.000 euros a Jordi Pujol Ferrusola
Uno de los cuatro empresarios que han testificado hoy en la causa en la que se investigan los negocios de Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor del expresidente catalán, ha admitido que le pagó una comisión de 400.000 euros por su intermediación en un proyecto de construcción de viviendas de lujo en Ibiza.
Así lo ha declarado el empresario Manuel José Nadal Pellejero, consejero delegado de Promomed, que ha explicado al juez de la Audiencia Nacional José de la Mata que se trata de una comisión totalmente legal por la intermediación que hizo Jordi Pujol Ferrusola para la búsqueda de inversores en ese proyecto, que ha destacado que se trataba de una obra privada y no pública, han informado fuentes presentes en la declaración.
Además de su labor como intermediario, el empresario, tras asegurar que nunca contrató con la Generalitat, ha explicado que también se le propuso a Pujol Ferrusola participar en la gestión del proyecto y éste aceptó.
En ese momento el primogénito de los Pujol propuso un nuevo arquitecto, que se rebajaran las calidades de los pisos y que no se invirtiera tanto en el piso piloto— llegó a costar un millón de euros— para obtener el máximo beneficio.
Jordi Pujol Ferrusola llegó incluso, según estos testimonios, a pagar una entrada de 200.000 euros por uno de esos pisos de lujo, pero finalmente no lo terminó de adquirir y perdió el dinero, según los testigos.
Antes ha comparecido también como testigo, el empresario Sebastián Vives Sancha, de Life Global Group, quien, tras negar haber contratado con la Generalitat, también ha admitido que Pujol Ferrusola le propuso participar en dos inversiones inmobiliarias: la de Ibiza y la construcción de la llamada Torre Europa, un edificio de viviendas en la plaza Europa de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
Finalmente, según su testimonio, su empresa solo invirtió en los pisos de lujo de Ibiza y lo hizo con unos 30 o 40 millones de euros, pero no entró en el de la Torre Europa.
Tanto Nadal como otro de los empresarios que ha prestado hoy declaración — Francisco Javier Vizcaíno Muñoz, exdirectivo de Cedinsa y actual director de Tramvía Metropolitá— y que invirtieron en el proyecto de Torre Europa perdieron el dinero al no serles concedido un crédito que tenían apalabrado con el Banco Santander y al ser menos los metros útiles previstos en las viviendas.
También ha comparecido hoy como testigo José Ramón Ruiz Carrero, director de administración y finanzas de FCC construcción, y cuya declaración ha tenido que ser interrumpida al sufrir este empresario una lipotimia, por lo que el juez le ha emplazado de nuevo para el próximo jueves, día en el que ha sido citado Jordi Pujol Ferrusola.
Mañana será el turno del matrimonio de Jordi Pujol y Marta Ferrusola a los que el juez ha llamado para dar explicaciones sobre su fortuna en Andorra, ante las dudas de que proceda de una herencia o de «los ingresos ordinarios que hubiere obtenido por razón del cargo público que ostentó durante 23 años».
De la Mata citó al matrimonio y a su hijo mayor el pasado 30 de diciembre al constatar que los miembros de la familia Pujol-Ferrusola «han venido orquestando durante años una estrategia compartida y coordinada para desarrollar distintos negocios económicos, generar réditos, ocultarlos, y distribuirlos entre todos de acuerdo con criterios establecidos para conseguir el lavado de los activos conseguidos».
Cree por ello que el clan familiar actuaba como una organización para ocultar su fortuna y que existía «un acuerdo entre las partes para atribuir a Jordi Pujol Ferrusola el rol de gestor y distribuidor de los recursos entre los hermanos y su madre»