'Caso García Ortiz'

El Supremo condena al fiscal general a 2 años de inhabilitación por filtrar el correo contra Ayuso

La sentencia ha sido dictada por una aplastante mayoría de los magistrados del tribunal: cinco votos contra dos

El fiscal general del Estado tendrá que indemnizar al novio de Ayuso con 10.000 € por daños morales

Última hora de la condena del fiscal general del Estado, en directo

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Rosalina Moreno

El Tribunal Supremo (TS) ha condenado a dos años de inhabilitación al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por filtrar el correo privado del novio de Isabel Díaz Ayuso para dañar políticamente a la presidenta madrileña. La condena por este delito de revelación de datos reservados ha sido dictada por una mayoría aplastante de los miembros del tribunal: cinco votos a favor y dos en contra.

García Ortiz se convierte en así en el primer fiscal general de Estado condenado de la historia de España. Además de la inhabilitación, el Supremo le ha impuesto que indemnice a la pareja de Ayuso, Alberto González Amador, con 10.000 euros por los daños morales ocasionados. Asimismo, tendrá que pagar una multa de 7.200 euros. Y al ser condenado, también tendrá que cargar con las costas del juicio, incluyendo las de la acusación particular.

El sentido del fallo ha sido anunciado este jueves al filo de las dos de la tarde y ya ha sido comunicado al condenado. La sentencia todavía está pendiente de redacción y surtirá efectos a partir de su notificación.

Contará con dos votos particulares discrepantes de las magistradas Ana María Ferrer García y Susana Polo García. De hecho, esta última era la ponente de la resolución, pero finalmente ha asumido su redacción el presidente de la Sala de lo Penal del Supremo, Andrés Martínez Arrieta.

Se trata de una sentencia histórica ante la que el Gobierno, que ha venido defendiendo que García Ortiz era inocente, no le ha quedado ahora otra salida que anunciar que en los próximos días nombrará a otro fiscal general.

En el juicio, celebrado entre el 3 y el 13 de noviembre, las acusaciones personadas pedían entre 4 y 6 años de prisión y hasta 12 de inhabilitación. A la acusación particular particular, ejercitada por Alberto González Amador, se suman seis acusaciones populares: la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF), el Colegio de la Abogacía de Madrid (ICAM), Manos Limpias y la acusación popular unificada que ha liderado la Fundación Foro Libertad y Alternativa e incluye a Vox y Hazte Oír.

González Amador pedía cuatro años de cárcel y 3 de inhabilitación, una multa de 108.000 euros y una indemnización de 300.000 euros por daños morales. La pena más alta la reclamaba la APIF: 6 años de cárcel y 12 años de inhabilitación.

Por su parte, tanto la Fiscalía como la Abogacía del Estado reclamaban la absolución de García Ortiz, defendiendo que no se había producido delito alguno. Asimismo, el Ministerio Público alegaba presuntas vulneraciones de derechos fundamentales, incluyendo la inviolabilidad del domicilio y el secreto de las comunicaciones.

Dos de las tres asociaciones de fiscales -la AF y la APIF-, a excepción de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), que García Ortiz presidió, habían reclamado a García Ortiz que dimitiera antes del juicio para no dañar a la institución arrastrándola al banquillo y se defendiera como un ciudadano particular. Sin embargo, el fiscal general se agarró al sillón. Y será removido ahora de él tras el fallo por decisión del Ejecutivo, no ha salido de García Ortiz.

García Ortiz filtró el correo

El fiscal general del Estado filtró el correo del 2 de febrero de 2024 en el que el abogado de Alberto González Amador reconocía en su nombre dos delitos contra Hacienda en busca de un pacto que le fuese beneficioso.

En su declaración, que tuvo lugar en la penúltima sesión del juicio, el fiscal general, sólo respondió a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado y esgrimió que él no filtró el email que perjudicaba al novio de la presidenta madrileña. García Ortiz se quedó sin explicación sobre el borrado de sus mensajes de WhastApp de los días de la polémica filtración de correos sobre la pareja de Ayuso. «No sé lo que hice», declaró ante los jueces de la Sala Segunda.

«Primero, yo no estoy tan seguro de que sea un borrado, sé que entré en un menú en el que hay varias opciones, puede que hiciera el borrado, no estoy seguro. De lo que sí estoy seguro es que en los meses previos [al registro de la UCO] ya no estaban los whatsapps que podría enseñar para exculparme. No puedo enseñar el dispositivo porque había desaparecido. Di todas, absolutamente todas, mis contraseñas de cuentas personales y profesionales».

El juicio al fiscal general del Estado también puso de relieve que los periodistas implicados tardaron nueve meses en afirmar que supuestamente habían tenido acceso al correo clave antes que el fiscal. Los testigos de Cadena Ser y El País negaron ante el Supremo que la fuente fuera García Ortiz y no  presentaron pruebas documentales concretas como pantallazos o registros de llamadas que sustentara la línea temporal que ahora defendían.

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