Amnistía independentista

Sumar avisa al PSOE de que se agota el plazo para ir a la investidura de Sánchez con la amnistía aprobada

Yolanda Díaz amnistía golpistas
Yolanda Díaz y Carles Puigdemont.
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Corre el tiempo y en Sumar crece la preocupación por cumplir los plazos necesarios para llegar al 26 de septiembre con la amnistía aprobada. El jefe de negociadores de Yolanda Díaz, Jaume Asens, ve «muy difícil» llegar a esa fecha con los deberes hechos, aunque desde Sumar aseguran que «difícil no es imposible». Que la amnistía sea una realidad antes de la investidura de Pedro Sánchez es una exigencia irrenunciable para Junts per Catalunya, cuyos siete votos son imprescindibles para la investidura del líder socialista. Por ello, la formación de Yolanda Díaz ha apretado el acelerador imprimiendo cada vez más urgencia al PSOE.

La amnistía es una condición sine qua non para que los de Puigdemont comiencen a negociar la hipotética investidura de Pedro Sánchez. Así lo trasladó Yolanda Díaz, tras el encuentro mantenido con el político fugado en Waterloo, donde «llegó a la conclusión» de que el ex president «tenía voluntad de alcanzar un acuerdo» pero que sería «firme» en sus exigencias y peticiones. Que la amnistía esté aprobada antes de votar la investidura es la principal de todas de ellas.

En el Partido Socialista confían en que den resultado las presiones que están ejerciendo desde el empresariado catalán a Puigdemont para que éste rebaje sus exigencias y permita la formación de Gobierno aunque la amnistía no esté aprobada. Un escenario que fuentes de Junts consideran «muy improbable, por no decir imposible». Entre tanto Sumar apremia al PSOE de que se agota el tiempo para cumplir con la ley de amnistía que exigen Junts y ERC. Y es que lejos de lo que opinaban los dos socios de coalición hace unos días, la amnistía es una condición para empezar a negociar. No para investir.

ERC, que hasta ahora nunca había puesto calendario a esta condición que obliga al Estado a olvidar lo ocurrido en Cataluña en 2017, también ha exigido en las últimas horas la aprobación de la amnistía antes del 26 de noviembre o, al menos, un compromiso por escrito y con la firma de Sánchez. La desconfianza en el presidente del Gobierno en funciones es indisimulable por su parte. Por ello, los separatistas quieren «hechos tangibles» antes de regalar su apoyo a cambio de nada.

En las últimas horas, se ha extendido la idea de que las doce semanas que había por delante tras las elecciones, cuando el Rey propuso a Alberto Núñez Feijóo como candidato a la presidencia, «ya no son tantas». Apenas quedan dos meses y medio para que se disuelvan las Cortes y no hay nada cerrado. Según lo que se comentó en las reuniones de este lunes y martes entre Ferraz y Sumar, la opción de una repetición electoral -que estaba completamente descartada por ellos hasta ahora- ya se empieza a vislumbrar como una posibilidad real dentro del PSOE.

Las prisas para empezar unas negociaciones que todos aventuraban más fáciles se tornan ahora en necesidad. «No hay tiempo que perder» han trasladado los de Díaz a los de Sánchez. De ahí que Sumar pidiera a Alberto Núñez Feijóo que renunciase a ir a una investidura fallida, para que el reloj de dos meses no empezase a correr dado que los tiempos para aprobar la amnistía se reducían notablemente.

De momento no hay negociación oficial abierta, si bien sí existen contactos discretos previos para agendar las reuniones que deberán producirse, de forma inminente y simultánea, en Madrid, en Barcelona y en Waterloo. Todo ello con el horizonte de que la amnistía tiene que estar aprobada antes del 26 de noviembre.

Aunque el Gobierno y los grupos catalanes opten una proposición de ley por la vía de urgencia, como ocurrió con la sedición y la malversación para acortar los plazos y los requerimientos como informes preceptivos, la Cámara Baja necesitará mínimo un mes para aprobar la ley. Luego, en el Senado, el PP la puede retener la norma durante veinte días y obligar al Congreso a resolver durante la semana siguiente las previsibles enmiendas que los populares presenten. Por lo que prácticamente, explican en Sumar, «ya estamos en el tiempo de descuento». Para llegar a tiempo, la Mesa de la Cámara Baja tendría que aceptar a trámite la proposición de Junts y ERC justo antes de la investidura de Feijóo como muy tarde. Y, por el momento, los separatistas ni tan siquiera se han puesto de acuerdo en acordar un texto para ello.

Lo último en España

Últimas noticias