España

El socialista Barbón ataca a Ayuso por evidenciar el exilio de los jóvenes asturianos

El presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, ha hecho unas declaraciones este sábado atacando a su su homóloga de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que ha acusado de despreciar a la comunidad autónoma «con mentiras y falsedades». Y es que Ayuso afirmó durante la presentación en Leganés de los candidatos populares a las alcaldías de los municipios del sur de la región,  que otras comunidades autónomas como «Asturias tiene hoy más nóminas públicas que privadas y los jóvenes se están yendo».

«Asturias da y exige respeto. Ya está bien que Ayuso desprecie a esta tierra y su gente con mentiras y falsedades. Hoy hay menos paro y más empleo que hace 4 años, lideramos la transformación industrial y la sanidad y la educación no dependen de tu dinero en el banco», ha replicado Barbón a la presidenta madrileña a través de su perfil en las redes sociales.

En el Principado hay menos paro porque hay menos población, y la región está sumida en una crisis económica y demográfica. La región perderá hasta 2030 el triple de población en edad laboral que la media de la UE. La franja entre los 20 y los 64 años se reducirá en 77.000 personas en esta década, según un estudio elaborado por la Comisión.

De los jóvenes que se quedan en Asturias, tan sólo el 14% de los menores de 30 años se ha emancipado.  Con carácter general, Asturias registró durante un lustro un total de 31.966 salidas de jóvenes con edades entre los 15 y los 35 años.

Adrián Barbón, con el ataque a Díaz Ayuso por decir una verdad, sigue la senda argumentativa de otro presidente socialista asturiano, Vicente Álvarez Areces, que llegó a referirse al exilio de jóvenes fuera del Principado como «leyenda urbana», a pesar de que los datos en ese sentido son aplastantes.

Barbón es conocido en Asturias porque, a diferencia de la postura que tenían otros socialistas regionales, apoya la imposición del bable en la Comunidad, mediante la cooficialidad de la llingua, y suele azuzar los movimientos identitarios y nacionalistas, en constante apelación a las esencias y la historia, a los destinos y en contra de injerencias «de nadie de fuera».