El separatismo cuida de sí mismo: la consejera Borràs enchufa a la mujer del eurodiputado Tremosa

Laura Borràs, la consejera de Cultura del gobierno de Quim Torra, ha empezado el año con cambios en su gabinete. La dirigente independiente de JxCAT ha decidido destituir a la cantautora Montse Castellà como directora de gabinete para nombrar en su lugar a la esposa del eurodiputado del Partit Demòcrata Europeu Català (PDeCAT) Ramon Tremosa, que en mayo finalizará su etapa en el Parlamento Europeo ya que su partido no piensa en él como cabeza de cartel.

Borràs ha fulminado a quién fue su mano derecha en los últimos meses, y con quién mantenía una estrecha colaboración desde hacía años en varios proyectos culturales y musicales, para dar cabida a Maria Rosa Pons, abogada de formación, que entre el 2012 y el 2015 ya ocupó otro cargo político entonces como secretaria del consejo municipal de la mujer del ayuntamiento de Barcelona en época de Xavier Trias.

El Diario Oficial de la Generalitat de ayer lunes publicaba el cese de Castellà y el nombramiento de Pons, en una resolución que la consejera de Cultura firmó el pasado 3 de enero. Pero este no es el único cambio que se ha producido en este departamento del Govern, capitaneado por una de las independentistas más convencidas y radicales junto al presidente Quim Torra.

La titular de Cultura también destituyó hace unos días a la que era su secretaria general, Maria Dolors Portús, que llegó al cargo de la mano del ex consejero fugado Lluís Puig, siendo una de las personas de su máxima confianza. No obstante, Portús había ocupado cargos en este departamento desde el año 1993.

Cena en casa de Pons

Borràs y su nueva jefa de gabinete compartieron mesa en una ‘cena amarilla’ que Maria Rosa Pons organizó en el domicilio que comparte con su esposo Ramon Tremosa en Barcelona. Se trataba de una cena con un menú amarillo, en apoyo a los presos independentistas, en la que también participó su antecesora en el cargó Montse Castellà, que amenizó la velada con distintas canciones. Las participantes en la cena, mandaron una octavilla del menú firmada a los presos que estaban en la cárcel.