Seguridad Nacional avisó de la variante Delta un día antes de que Sánchez aprobase el fin de la mascarilla
Pedro Sánchez ignoró el enésimo aviso de Seguridad Nacional en su afán de aprobar el fin de la mascarilla en exteriores en plena polémica por los indultos del procés.
La advertencia del departamento, adscrito a la Presidencia del Gobierno, se produjo el 23 de junio, justo un día antes de que el Consejo de Ministros decidiese flexibilizar el uso de esta prenda en espacios exteriores. Tres días después, con su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), la mascarilla dejaría de ser obligatoria en espacios al aire libre, manteniendo una distancia mínima.
Sánchez aprobó la medida pese a que la expansión de la variante Delta por España era ya un hecho, y pese a la preocupación de las autoridades internacionales.
Aquel 23 de junio, el informe de Seguridad Nacional recogía los avisos de la jefa dela célula técnica anti-Covid de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Van Kerkhove, acerca de la mayor propagación de esta variante india.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte: la variante Delta es la que «se transmite con mayor velocidad» y puede «aprovechar la relajación de las restricciones», exponía el informe diario de Seguridad Nacional sobre la situación del Covid. El departamento se hacía eco de las palabras de Van Kerkhove: «Esta variante nos preocupa mucho, y circula ya en 92 países».
Hoy, la variante Delta representa ya uno de cada dos contagios, como publicó OKDIARIO. Los avisos de la OMS eran rotundos: se transmite a mayor velocidad y puede aprovechar la relajación de las medidas de prevención sanitaria para expandirse.
Según la experta, la variante «tiene ahora la oportunidad de transmitirse con el aumento de la socialización, si la relajación de las medidas se hace demasiado pronto» cuando todavía gran parte de la población se encuentra sin vacunar o aún no ha logrado la inmunidad completa.
La OMS advertía de que «se necesita recibir dos dosis de la vacuna para estar completamente protegido», subrayó también en relación a la variante Delta. El director de emergencias sanitarias de la OMS, Mike Ryan, avisó de que «es la variante más rápida y puede afectar fácilmente a los más vulnerables».
El organismo internacional ha instado reiteradamente en las últimas semanas a seguir usando la mascarilla incluso en el caso de vacunados con la pauta completa. Según el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, la aparición de las nuevas mutaciones «hace que sea aún más urgente» que se usen todas las herramientas disponibles. La OMS destaca que la vacunación por sí sola no detendrá la transmisión comunitaria.
Un 45% de los positivos
Pese a ello, el Gobierno se resiste a admitir el potencial impacto de Delta para la salud pública. La variante sigue propagándose a gran velocidad en España y, según la información divulgada por los laboratorios de secuenciación, un 45% de los positivos corresponden ya a esa variante. El Ejecutivo, sin embargo, sólo reconoce un 10,8%.
También un día antes de que Sánchez aprobase el fin de la mascarilla, la Oficina Europea para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) advertía del «riesgo alto» de Delta para las personas no vacunadas o parcialmente vacunadas.
«La evidencia confirma cada vez más la mayor transmisibilidad, mayor riesgo de hospitalización / mayor gravedad y menor efectividad de la vacuna para la enfermedad sintomática después de la vacunación parcial», recogía el organismo europeo de referencia para la pandemia.
Se espera que esta variante -de la que Fernando Simón vaticinó que tendría un impacto «marginal»- sea dominante en unas semanas. Hasta ahora, la única acción del Ejecutivo ha sido ofrecer a las comunidades autónomas la ayuda de los militares para rastrear los contagios de esta cepa.
El aumento de contagios entre los jóvenes preocupa a muchos gobiernos autonómicos, que han planteado un endurecimiento de las medidas, incluso con el toque de queda o con la vuelta a la mascarilla, algo que por ahora el Gobierno descarta.