Sánchez se verá con Torra en Pedralbes para no pasar bajo los símbolos golpistas de la Generalitat

Finalmente habrá reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra, pero no será en el Palau de la Generalitat ni tampoco será un encuentro exclusivo a solas como se habían prometido hace meses. Al acto asistirán como mínimo también los vicepresidentes de ambos gobierno, Carmen Calvo y Pere Aragonès, así como previsiblemente la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, y los consejeros Elsa Artadi y Alfred Bosch -aún sin confirmar-.

El encuentro se celebrará a las ocho de la tarde, antes de la participación del jefe del Ejecutivo en los premios de Fomento del Trabajo, y se hará en el Palacio de Pedralbes, que fuera residencia de los Reyes de España durante sus visitas a Barcelona. Se trata de un espacio situado en la zona universitaria de la Avenida Diagonal y un recinto cerrado que no permite la llegada de personas no autorizadas hasta una distancia de más de 300 metros.

Con la reunión fuera de la Plaza Sant Jaume, Sánchez evita también la foto de la llegada al edificio gubernamental catalán presidido por un gran lazo amarillo y una pancarta en la que se solicita la libertad de los presos separatistas. En su día, la jefa de la oposición en Cataluña, Inés Arrimadas, también rechazó reunirse con Torra en su despacho mientras la pancarta estuviese colgando en el balcón.

En la anterior visita a un presidente autonómico coincidiendo con la reunión del Consejo de Ministros fuera de Madrid, el pasado octubre en Sevilla, Sánchez acudió al Palacio de San Telmo, sede de la Junta de Andalucía, para verse con su presidenta, Susana Díaz.

En esta ocasión, en Barcelona, no será así y lo hará en un emplazamiento diferente, justo a la entrada de Barcelona y hoy sede de la Unión para la Mediterránea.

El formato de la reunión ha sido difícil de cerrar, a pesar de la vista el lunes en secreto a Barcelona de Carmen Calvo para verse con Aragonès y Artadi. Aún hoy, con ya los detalles cerrados, ambos gobiernos discrepan en privado en sí será una ‘mini cumbre’ o una reunión por separado entre distintos miembros de los gobiernos.