Huelga de transportistas

Sánchez no descarta un estado de alarma para garantizar los suministros básicos si el paro continúa

Sánchez asesores
Pedro Sánchez en La Moncloa. (Foto: Moncloa)
Joan Guirado

El Gobierno no descarta recurrir de nuevo al estado de alarma, excepción o sitio, como ocurrió en la huelga de controladores aéreos, si el paro de los transportistas continúa y los suministros básicos no llegan a los ciudadanos. El Ejecutivo, que sigue sin querer reunirse con los convocantes de unas protestas a las que cada día se suman más transportistas, volvería a tirar de la fórmula que le confiere plenos poderes a Pedro Sánchez para solucionar el conflicto. Como durante la pandemia, con un estado de alarma, el presidente puede movilizar todos los recursos en beneficio del Estado.

Cada escenario (alarma, excepción o sitio) requiere de unos trámites distintos. Si bien el estado de alarma lo podría declarar de forma inmediata el Gobierno mediante una reunión ordinaria o extraordinaria del Consejo de Ministros, los de excepción o sitio requieren de la participación del Congreso de los Diputados. En el primer caso, debe ser la mayoría de las Cortes la que permita su declaración y en el segundo sólo debe autorizarlo a propuesta del Ejecutivo. En los dos últimos casos, Sánchez obligaría a los grupos parlamentarios a mojarse y a hacerles corresponsables de la decisión.

La declaración de cualquiera de estas situaciones se puede adoptar «cuando circunstancias extraordinarias hiciesen imposible el mantenimiento de la normalidad mediante los poderes ordinarios de las autoridades competentes». La falta de suministros básicos, como consecuencia de la huelga de transportistas, estaría dentro de estos supuestos. Con cualquiera de estas fórmulas, el Gobierno, que dirige la política militar y de la defensa, asumiría todas las facultades extraordinarias previstas en la Constitución y en la Ley Orgánica de Estados de Alarma, de Excepción y de Sitio, y designará la autoridad competente para ejecutar las acciones.

Este martes, el presidente del Comité Nacional de Transportes, Carmelo González, no descartaba que tras la suma de varias patronales importantes a la huelga, a finales de esta semana, el país se pueda parar. “Lamentablemente, eso puede ocurrir” señalaba en Más de Uno de Onda Cero. De pasar eso, la situación, se agravaría de forma considerable. Una parada generalizada de la economía española afectaría a los suministros básicos, pero también al PIB por el cierre de varias empresas.

Hoy mismo grandes compañías como la láctea Danone o la cervecera Heineken-Cruzcampo han avisado que este miércoles pueden verse abocadas a cerrar parte de su producción y a no poder suministrar bebidas a los supermercados, bares y restaurantes. No son las únicas. En los últimos días, algunos supermercados de la cadena Lidl han tenido que cerrar sus puertas por no poder servir a sus clientes los productos de los que disponen habitualmente. La misma situación se vive en mercados de abastos y en tiendas de barrio.

Robles descarta al Ejército

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha descartado la implicación del Ejército. «Ese escenario no se puede contemplar», ha afirmado la máxima responsable de las Fuerzas Armadas al ser preguntada por la posibilidad de que los militares se ocupasen del transporte de los productos básicos para abastecer los supermercados que tienen sus lineales vacíos y garantizar así los suministros básicos a la ciudadanía. Pero ni la alarma, ni la excepción, ni el sitio requieren de la intervención militar obligatoria.

En su día, los gestores de AENA fueron reemplazados por efectivos del Ejército que pasaron a tener bajo sus ordenes a los controladores aéreos que garantizaron el tráfico de aviones en nuestro país. Robles ha manifestado a los huelguistas que «es el momento de arrimar el hombro, negociar y buscar soluciones». La ministra cree que los transportistas que secundan la huelga que amenaza con paralizar el país a finales de semana «son conscientes de los perjuicios que están causando a la ciudadanía».

Movilizaciones ante Moncloa

El movimiento de los chalecos amarillos españoles prepara una movilización con los camiones frente al Palacio de La Moncloa. Los convocantes se han emplazado a última hora de este martes para decidir qué acciones llevan a cabo, cuándo y de qué manera. Sería la primera vez que acuden directamente a la sede de la Presidencia del Gobierno que, de confirmarse la protesta, se blindaría por completo, según explican a OKDIARIO fuentes gubernamentales. La declaración de un estado de alarma, excepción o sitio incluso podría impedirles acercarse a la sede presidencial.

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