INVESTIDURA DE PEDRO SÁNCHEZ

Sánchez a Aizpurua sobre la foto con Bildu: «Me van a dar hasta en el DNI, pero me da igual»

El comentario sorprendió a los abertzales, que lo encajaron con risas en un encuentro de tono "distendido"

Sánchez, que se había mostrado reticente al encuentro con EH Bildu, reconoció que le daban "igual" las críticas

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Pelayo Barro

El presidente en funciones del Gobierno, Pedro Sánchez, accedió a hacerse la foto este pasado viernes con la portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, consciente de que la imagen iba a ser polémica. «Me van a dar hasta en el DNI por sentarme con vosotros, pero me da igual», les confesó Sánchez a los representantes abertzales una vez fuera de los focos.

El paso sin precedentes que ha dado el PSOE en su relación con EH Bildu quedó inmortalizado en esa fotografía, en la que el líder socialista posó con una sonrisa y que los abertzales han difundido como una victoria incontestable en su búsqueda de legitimidad política. Y también como logro de lo que han sido capaces de hacer desde Bildu, al poner en la tesitura de asumir un nuevo «cambio de opinión» viniendo de aquel «con Bildu no, si quiere se lo repito 20 veces o las que haga falta».

El propio Sánchez, para romper el hielo del encuentro con la delegación abertzale, reconoció que la cita vendría con polémica. «Me van a dar hasta en el DNI por sentarme con vosotros, pero me da igual», les confesó Sánchez a los miembros de Bildu para romper el hielo de la conversación. El líder socialista restó así importancia a las críticas sobre este encuentro, que ni el PSOE menciona en su nota informativa a los medios posterior a la reunión ni en sus redes sociales, en las que incluso han recortado la foto de Sánchez para dejarla en un retrato solitario. En cambio, Bildu le dedicó cuatro tuits y una nota al encuentro.

Sánchez, reconocen en EH Bildu, ya era plenamente consciente de que la foto con los representantes abertzales iba a traer cola. De hecho, Moncloa sólo accedió a ella una vez que se constató que era una exigencia de EH Bildu de cara al pacto de investidura: una imagen de alto nivel para legitimarles como formación. «Hace sólo cinco meses el debate estaba en ilegalizarnos si ganaba la derecha», recuerdan.

La foto con Otegi

No fue la única anécdota que se llevaron del encuentro los representantes de EH Bildu. En otro momento de sus 70 minutos de charla, distendida, informal y desprovista en muchos momentos del peso político que se puede suponer a un encuentro de este tipo, Sánchez preguntó a sus interlocutores por Arnaldo Otegi. Le citó por su nombre, explican a OKDIARIO fuentes de los abertzales que han podido conocer detalles del encuentro. «Bien, enfocado en las (elecciones) vascas», le respondieron.

Sánchez, entonces, mostró interés en los preparativos de Bildu de cara a esos comicios vascos. Se prevé que se celebren en junio de 2024, coincidiendo con las elecciones europeas, y a ellas concurrirá como candidato -aún no proclamado- Arnaldo Otegi. El líder del PSOE preguntó a los representantes de Bildu por «encuestas» y previsiones electorales de cara a esa cita, en la que por primera vez la izquierda abertzale puede desalojar del gobierno vasco al PNV.

Aizpurua y el portavoz de Bildu en el Senado, Gorka Elejabarrieta, respondieron a Sánchez que la cosa «pinta muy bien» y que aún queda «muchísimo margen de crecimiento», anticipando una victoria abertzale en esas elecciones.

El comentario de Sánchez a esas previsiones sorprendió incluso a los abertzales. «Pues igual la próxima foto es con Arnaldo, con él como lehendakari», apuntó Sánchez en tono desenfadado a los miembros de Bildu.

«Distendida»

Fuentes de la formación abertzale admiten a OKDIARIO que la reunión se celebró en tono distendido, pero que no tuvo el tono de una negociación. Hubo más charla intrascendente sobre turismo o gastronomía que propuestas políticas concretas. La negociación real ya se avanzó en encuentro previo, admiten. Lo relevante de esta era, básicamente, la fotografía.

En Bildu también valoran en forma de victoria la presencia no sólo de Sánchez, sino de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Lo leen en términos de estrategia electoral de cara a las elecciones vascas. El PNV también sentó a Montero con Aitor Esteban para «dejar claro que en fiscalidad los hilos los mueven ellos». Pero Bildu no quiere perder esa baza electoral, que marca el voto de las clases medias vascas de forma determinante, y ahí enmarcan su petición expresa -y cumplida- de que Montero estuviese presente en el encuentro con Sánchez.

Por otra parte, señalan las fuentes aberzales consultadas, Bildu planteó un requisito de legislatura: que cuando el Gobierno de Pedro Sánchez por cumplida una exigencia de las que plantean los de Otegi, Moncloa así lo reconozca en su anuncio. De esa forma, dicen, quieren evitar que ocurra como con la cesión de competencias de Instituciones Penitenciarias al País Vasco.

En Bildu consideran que el PNV capitalizó el peso político de esa medida, arrogándose una medalla y obligando a la izquierda abertzale a hacer «mucha pedagogía» para explicar a su electorado que lo de acercar a los presos de ETA al País Vasco y controlar mediante cesión de competencias las tres cárceles de la región fue una idea suya.

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