‘Rocky’ Sánchez: Se fue, volvió y venció
Con el apoyo del 49 por ciento de los militantes y ocho meses después de su dimisión, Pedro Sánchez vuelve a la Secretaría General del PSOE.
El candidato se ha impuesto por nueve puntos (49 por ciento de votos) frente a Susana Díaz (40 por ciento). A más distancia, Patxi López ha obtenido el apoyo del 10 por ciento de los afiliados. Las primarias han destacado por una fortísima movilización, del 80,84 por ciento de un total de 187.000 militantes que habían sido llamados a las urnas.
La propia Susana Díaz ha felicitado a Sánchez por su victoria, mediante una llamada telefónica.
Susana acaba de felicitar a Pedro
— Alfonso R GómezCelis (@gomezdcelis) 21 de mayo de 2017
Los tres candidatos han seguido el escrutinio con sus respectivos equipos desde despachos separados que tienen habilitados en la tercera planta de la sede.
Sánchez se ha impuesto en todas las federaciones, salvo Andalucía -donde ha ganado Susana Díaz- y País Vasco, que ha sido para López. En algunas comunidades, como Cataluña, las cifras han sido rotundas: más del 80 por ciento a su favor, frente al 11 de Díaz.
En Baleares su victoria ha sido también incontestable: ha logrado el 71,75% de los votos. Además, ha ganado también en Asturias (51,63%), Canarias (54,08%), Cantabria (69,83%), Castilla-La Mancha (48,18%); Castilla y León (51,8%); Extremadura (48,89%); Galicia (69,43%), La Rioja (60,87%); Madrid (47,74%), Melilla (64,63%), Murcia (48,78%), Navarra (68,67%), Comunidad Valenciana (64,10%); y Ceuta (64,86%).
Sánchez no podrá formar su Ejecutiva hasta que sea ratificado en el Congreso, que se celebrará los próximos 17 y 18 de junio. Hasta entonces, la dirección seguirá recayendo en la Gestora, que dirige Javier Fernández.
El regreso de Sánchez a Ferraz abre todas las incertidumbres posibles. Para empezar, en la composición del partido. En los últimos días, varios barones-afines a la presidenta andaluza-habían dejado entrever una posible retirada si Sánchez tomaba de nuevo las riendas. Otros, daban por hecho la «purga» del nuevo secretario general.
Los recambios están asegurados. El portavoz del grupo parlamentario, Antonio Hernando, a quien Sánchez descartaba mantener como su hombre de confianza en Madrid, ha presentado su dimisión como portavoz en el Congreso. Sánchez ya baraja una sustituta: Susana Sumelzo, diputada del ‘no es no’ y una de las más volcadas en su campaña.
La incógnita de quién se impondría finalmente en la quiniela se ha mantenido durante toda la jornada, sobre todo por los ajustadísimos resultados de los avales, que evidenciaban una corta diferencia-de apenas 6.000 apoyos- entre los dos principales aspirantes. Esa cifra fue toda una inyección para Sánchez, a quien muchos daban por denostado tras su dimisión, después del convulso Comité Federal del 1 de octubre.
También el proyecto socialista sufrirá un viraje importante. El programa ‘Por una nueva socialdemocracia’, con el que Sánchez concurrió a las primarias, presenta ideas que generan rechazo en parte del socialismo, como el controvertido concepto de ‘Estado plurinacional’ o una posible alianza con otras formaciones de la izquierda, en referencia velada a Podemos. Aunque en los últimos tiempos Sánchez ha tratado de marcar distancias con los de Iglesias, en su proyecto se señala a un único adversario, el PP y sus políticas conservadoras y neoliberales.
En el aire está además una posible moción de censura a Mariano Rajoy. El nuevo secretario general dejó abierta la posibilidad, en una entrevista radiofónica hace unos días. Añadió también que tendría que estar liderada por el PSOE y ser formulada «para que prospere, no para que se pierda», en referencia a la ya registrada por Podemos.
Sánchez oficializó su candidatura el pasado 28 de enero en uno de los feudos de Díaz, Dos Hermanas (Sevilla), núcleo crítico con la dirección socialista. «Creo que hay agua en la piscina», afirmó entonces. Durante este tiempo, todo su discurso ha ido dirigido a presentarse como el «candidato de la militancia», apelando con insistencia al ‘No es no’, el lema que fraguó en su oposición a investir en Mariano Rajoy y que resume su retorno al liderazgo del socialismo.