Congreso de los Diputados

¿A qué se arriesgan Elorza y Pita por romper la disciplina de voto en el Congreso?

Odón Elorza Meri Pita
Meri pita (Podemos) y Odón Elorza (PSOE).
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

La disciplina de voto, que se han saltado este jueves Odón Elorza y Meri Pita, es uno de los mecanismos que tienen los partidos políticos para unificar la posición de todo el grupo y evitar que alguno de sus diputados o concejales voten distinto en una votación. En resumidas cuentas, vendría a ser la capacidad que tiene el líder de una organización de imponer su criterio entre sus súbditos. Los partidos estipulan sanciones para los que incumplan que van de los 600 euros a la expulsión.

Dado que en España existe un sistema de listas cerradas, las organizaciones políticas establecen medidas de coacción y sancionadoras para que sus electos desistan de incumplir las directrices impuestas. Sin embargo la gran mayoría de dirigentes tratan de configurar las candidaturas de tal forma que los representantes sean de su máxima confianza.

Generalmente en nuestro sistema representativo la disciplina de voto es la fórmula más utilizada, excepto en temas de objeción de consciencia que se puede dar libertad a los electos. Pero son votaciones muy puntuales y en las que se entienda que existe un dilema moral entre el político y la cuestión sobre la que se está decidiendo.

Con la disciplina partidista, existe una regla no escrita que presiona a los parlamentarios a comprometer sus creencias si entran en conflicto con las decisiones tomadas por el resto del partido, causado por las ambiciones e intereses que causan los sistemas electorales.

La disciplina del partido, por norma general, es tan alta que los miembros del parlamento representan al líder del partido que les concedió un lugar en las listas electorales y no a los electores, algo que pocos ciudadanos saben al ir a votar. Por eso hace años que se reclama un cambio en el sistema de elección, para que se priorice la posibilidad de elegir a nuestros representantes de forma individual.

Romper esa disciplina de voto puede tener consecuencias muy relevantes para el político que decide no seguir las directrices que le ha impuesto la dirección de su grupo. Lo más habitual es que se le imponga una multa que va entre los 600 y los 1000 euros, que van a parar a la caja común de los diputados o los concejales. Otra de las opciones es que se le impida promocionar o asumir responsabilidades nuevas o y existentes.

Al grupo mixto

Pero además de la sanción económica quien decida romper la disciplina de voto también puede verse obligado a tener que abandonar el grupo del que forma parte. Al no poder despojarle del acta, ya que es personal pese a las listas cerradas, el castigo pasa por mandarle al grupo mixto o de representantes no adscritos que dispone de menos ayudantes, asesores y asignación económica para sus labores.

En el caso del socialista Odón Elorza y la podemita Meri Pita, que este jueves han roto la disciplina de voto del PSOE y Podemos, los responsables de ambos grupos estudian que sanciones les van a imponer. Todo apunta que en estos casos recibirán una sanción económica por no seguir las indicaciones recibidas

No es la primera vez que un diputado decide votar de forma distinta que el resto de sus compañeros. Las indisciplinas más sonadas en el Congreso, en los últimos años, han tenido que ver con Cataluña y la investidura de Mariano Rajoy.

La presidenta de la cámara Meritxell Batet, sin ir más lejos, rompió la disciplina para votar a favor del derecho a decidir. Batet, junto a Margarita Robles o el mismo Elorza, un total de 15 socialistas, volvieron a votar en contra de lo que había dicho su portavoz cuando el PSOE decidió abstenerse en la elección del expresidente popular.

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