Puigdemont se muestra «dispuesto» a apoyar una moción de censura pero advierte al PP: «No es gratis»
En el nuevo escenario existente desde este lunes, Junts abre la puerta a dar ese paso y espera propuestas formales del PP

Tras haber certificado Junts este lunes su ruptura con Pedro Sánchez, el líder de la formación catalanista, Carles Puigdemont, está «dispuesto» a ir un paso más allá y darle la estocada final a la legislatura apoyando una futurible moción de censura planteada por el PP, según ha podido saber OKDIARIO. Eso sí, el ex president catalán deja claro que ese apoyo conllevaría un precio, su mensaje al PP es nítido: «No le saldrá gratis».
Lo que sí está ya sobre la mesa es este ofrecimiento. Este lunes, OKDIARIO avanzó que en Junts se estaba a la espera de una llamada del PP para comenzar a explorar una moción de censura. Tras certificar Puigdemont en su comparecencia en Perpiñán el final del apoyo de su partido al PSOE, la dirigencia de Junts confirma que si los populares negocian con ellos, estarían en disposición de contar con el primer apoyo de entre los socios de investidura que mantuvieron a Sánchez en La Moncloa en 2023. Un apoyo que, matemáticamente, podría ser decisivo, como lo fueron entonces los siete escaños de Junts para darle la presidencia a Pedro Sánchez.
Pero los catalanistas subrayan que su apoyo «no le saldrá gratis» al PP. Sánchez ha perdido el favor de Junts al considerar estos que los incumplimientos de los socialistas con los compromisos que adquirieron hacían ya inviable mantenerlo, pero el propio Puigdemont recordó durante su comparecencia este lunes que el interés de su partido no pasa por participar de la «estabilidad» de España, sino que su prioridad es lograr lo que desde su prisma son avances para Cataluña.
Un asunto especialmente sensible para Junts es el de la oficialización de las lenguas cooficiales como el catalán en la Unión Europea. Fue una de las grandes exigencias de Junts al PSOE que los socialistas no han logrado cristalizar. En el partido catalanista escoció de forma singular que el Gobierno español presumiese la pasada semana de que había logrado que Alemania accediese a negociar este asunto, un hecho que el portavoz germano, Stefan Kornelius, desmintió al día siguiente sentenciando que «la posición del canciller alemán no ha cambiado». La incapacidad del PSOE para cumplir con este compromiso se convirtió en una línea roja que llevó a la cúpula de Junts a bajarle el dedo de forma definitiva a Pedro Sánchez y poner fin a dos años de complicada alianza.
También pesó en la ruptura de Junts que uno de los compromisos que el PSOE sí logró materializar, la Ley de Amnistía, no haya satisfecho por completo lo prometido por Sánchez a Puigdemont, en tanto que éste no ha podido beneficiarse hasta ahora y sigue dirigiendo su partido desde el exilio en Waterloo, prófugo de la Justicia.
Agotado ya el rédito que en Junts entienden que le han podido sacar a su apoyo al PSOE, Puigdemont está dispuesto a poner los siete escaños que tiene en el Congreso al servicio de una hipotétitca moción de censura del PP para acabar con la presidencia de Pedro Sánchez si desde Génova se les traslada una propuesta que consideren interesante. En los últimos tiempos, representantes de Junts y del PP mantuvieron discretos contactos, calificados de «meras conversaciones», que no alcanzaban la categoría de negociaciones. En el nuevo escenario existente desde este lunes, Junts abre la puerta a dar ese paso y espera propuestas formales del PP.