Puigdemont dice que deben defenderse de los «dragones feroces» y brinda por la ‘república catalana’
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha hecho este sábado un llamamiento a los catalanes a «hacerse oír y hacerse respetar frente a los dragones feroces, que los hay, y muchos, que nos quieren atenazar».
En su primera Diada de Sant Jordi desde que el 10 de enero asumió la presidencia de la Generalitat, Puigdemont ha subrayado que una fiesta como la de este sábado sirve, entre otras cosas, para «reivindicar la lengua y la cultura catalanas».
«Nuestra lengua necesita aún una clara defensa, pero esta defensa debe hacerse con argumentos, propuestas, diálogo, comprensión y sobre todo estima hacia todo el mundo», ha remarcado Puigdemont, que ha recordado que este 2016 se conmemora el Año Llull, en honor a «uno de los máximos exponentes de la cultura y el pensamiento en Europa».
En su breve mensaje institucional, el presidente ha tenido unas palabras de solidaridad hacia los refugiados que llaman a las puertas de Europa.
«Hemos de tener muy presentes a todos los que lo están pasando mal, tanto a los que tenemos cerca como a los que llegan aquí huyendo de guerras o situaciones de injusticia», ha afirmado Puigdemont, que ha destacado que en esta Diada «todo el mundo es bienvenido y bien recibido».
Según Puigdemont, «la solidaridad es un valor que hemos de ejercer hoy más que nunca con aquellos que llaman a las puertas de Europa buscando una vida mejor y más digna», por lo que «sería bueno que todos juntos, en la medida de nuestras oportunidades, hiciésemos nuestra aportación».
Más tarde, en el recorrido por la Diada de Sant Jordi, Puigdemont, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y representantes de entidades independentistas han escenificado un brindis simbólico por la «república catalana» en la caseta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) en la plaza de Catalunya de Barcelona.
La ANC ha hecho de anfitriona en este brindis institucional y político con motivo de la Diada de Sant Jordi, una fotografía inédita con la que el independentismo catalán ha querido exhibir unidad, pese a la ausencia de figuras significativas de la CUP.
En unos pocos metros cuadrados en la confluencia de la Rambla de Catalunya y la plaza de Catalunya, en la caseta de la ANC, se han concentrado los pesos pesados del independentismo político y nombres relevantes de CDC y ERC.
Estaban el presidente de la ANC, Jordi Sánchez, el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, la presidenta de la Asociación de Municipios de Cataluña, Neus Lloveras, el presidente de la Asociación Catalana de Municipios, Miquel Buch, así como el presidente del grupo parlamentario de Junts pel Sí (JxSí), Jordi Turull (CDC), y su portavoz, Marta Rovira (ERC).