CASO 'YATAZO'

Puente admite que un adjudicatario municipal le pagó el yatazo en Ibiza pero la juez archiva el caso

Óscar Puente había adjudicado meses antes al empresario vasco un contrato de material anti covid al amparo del estado de alarma por 195.178 euros

Para la juez la muestra de su "amistad incontestable" es que "ambos disponían del número de teléfono móvil particular del otro"

La juez llamó a declarar como imputado sólo a Sergio Zaitegui pero no al alcalde de Valladolid

Óscar Puente usa al abogado municipal para defenderse de la querella por cohecho por el yatazo

¿Alguna vez paga algo Óscar Puente de su bolsillo?

Óscar Puente yate
El alcalde de Valladolid, Óscar Puente.

La titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid, Elena López Negrete, ha sobreseído provisionalmente la querella por cohecho presentada por la Asociación de Juristas Europeos Prolege contra el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, por sus vacaciones en un yate pagado por el empresario vasco Sergio Zaitegui al que meses antes había adjudicado un contrato municipal de 195.178,20 euros por la compra de material anticovid al amparo del primer estado de alarma.

Óscar Puente y Sergio Zaitegui confirmaron ante el juzgado la información de OKDIARIO. Durante las diligencias previas, tanto Puente como Sergio Zaitegui tuvieron que admitir ante la juez que el empresario pagó el alquiler del yate. La factura del yatazo en el que Puente y su hija Carmen pasaron dos días en Ibiza y Formentera (pernoctando en el barco junto a Zaitegui) ascendió a 6.534,50 euros. Esas vacaciones fueron en septiembre de 2020. Puente le había adjudicado el contrato a Sergio Zaitegui cinco meses antes.

Zaitegui matizó ante la juez que pagó los 6.500 euros del yate de su bolsillo y no a través de Zaiglobal Services, la empresa adjudicataria del contrato en Valladolid. Sergio Zaitegui es apoderado y administrador único de Zaiglobal Services y en su objeto social, en el momento de la concesión, no aparecía en absoluto la venta de mascarillas, EPIs o cualquier tipo material sanitario. En las fechas de la concesión del contrato a Zaitegui, durante el primer estado de alarma, el alcalde de Valladolid tuvo ofertas de mascarillas de otras empresas a mejor precio, aunque, finalmente, decidió otorgarle el contrato a Zaitegui por la vía de urgencia amparándose en el decreto del Gobierno ahora declarado inconstitucional.

Durante meses, el alcalde de Valladolid ha evitado dar detalles de las vacaciones alegando que se trataba de su vida privada, negándose a afirmar que Zaitegui fuera amigo suyo y limitándose a decir: «Mis vacaciones me las pago yo». Sergio Zaitegui, por su parte, manifestó a OKDIARIO, en diciembre pasado, que ni era amigo ni conocía de nada a Óscar Puente y que había coincidido en el yate con él por casualidad. Negó también haber pagado el yate. Con el paso de los meses, las declaraciones públicas del alcalde de Valladolid cambiaron. Puente pasó de negarse a hablar de Zaitegui a afirmar que era amigo suyo y que lo conocía desde mucho tiempo antes del contrato adjudicado.

Zaitegui imputado, Puente no

La querella contra Óscar Puente cayó, en principio, casualmente, en el juzgado de su concuñada en Valladolid. La magistrada tuvo que abstenerse y el caso lo asumió la titular del Juzgado de Instrucción número 6, Elena López Negrete (hermana de la antigua abogada de Manos Limpias Virginia López Negrete), que confirmó la admisión a trámite e inició diligencias previas.

La juez López Negrete imputó a Sergio Zaitegui y lo llamó a declarar como tal investigado, pero no al alcalde de Valladolid. Tomó declaración al empresario a principios de mes desde Bilbao, donde reside.

En su declaración, Zaitegui fue incapaz, según fuentes judiciales, de concretar desde cuándo era amigo de Óscar Puente y de dar detalles concretos y acreditados documentalmente de esa amistad más allá de realizar afirmaciones genéricas sobre otras vacaciones juntos. Tal y como publicó OKDIARIO, la primera vez que Sergio Zaitegui aparece registrado en un hotel de la provincia de Valladolid es en octubre de 2019, tan sólo seis meses antes del estado de alarma y de la concesión del contrato municipal.

En su auto de sobreseimiento provisional, la juez López Negrete considera que «analizadas las diligencias hasta ahora practicadas» no existen suficientes indicios del delito de cohecho porque el delito se da cuando la autoridad o funcionario admite una dádiva o regalo en función de su cargo.

A partir de ahí, la juez da por bueno que Óscar Puente y Sergio Zaitegui tenían una relación -dice en su auto- de «amistad incontestable» desde antes de la adjudicación municipal, aunque el propio Zaitegui no supo precisar desde cuándo. Para sostener la afirmación la magistrada señala que, en su declaración, Zaitegui «habló» -así lo dice- (simplemente) de «encuentros entre ambos, coincidiendo en sus domicilios particulares, participando en comidas familiares y actividades varias (Marbella, Baqueira), con anterioridad a la fecha de la adjudicación del contrato». Para la juez, una prueba de la «amistad incontestable» entre Zaitegui y Puente es que -dice en su auto- «ambos disponían del número de teléfono móvil particular del otro» y se habían intercambiado whatsapps «de experiencias compartidas en su intimidad personal». Los whatsapps citados son de apenas, también, unos meses antes de la concesión del contrato.

La juez da, por tanto, por bueno lo que Zaitegui manifestó («habló») en su declaración como imputado y no ha considerado necesario llamar a declarar a Óscar Puente. La legislación española establece que un imputado puede alegar todo lo que le convenga en el ejercicio de su derecho de defensa. En la práctica, por tanto, a diferencia de los testigos, un imputado o un acusado puede mentir ante un juez sin consecuencias penales.

Lo último en España

Últimas noticias