El PSOE desdibujaría la Vicepresidencia de Irene Montero nombrando vicepresidenta a María Jesús Montero

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Carlos Cuesta

Los socialistas no están dispuestos a que la Vicepresidencia de Podemos en manos de Irene Montero sea la única. Por ello, desde el PSOE piden que Pedro Sánchez eleve a otra persona a ese rango de supuesto número dos del Ejecutivo. En concreto, a María Jesús Montero, la actual ministra de Hacienda en funciones.

De ese modo, el cometido de Montero (PSOE) sería no sólo el de comandar y controlar con rango reforzado el comportamiento económico de todos los ministerios del Gobierno, incluidos los que caigan definitivamente en manos de Podemos. También sería el de empatar en rango con Irene Montero (Podemos) y dejar claro que las decisiones de gasto no quedan en manos de los enviados de Pablo Iglesias.

La operación aún debe recibir el visto bueno del presidente del Gobierno en funciones. Pero es una de las principales propuestas planteadas para evitar que Irene Montero se crea con capacidad ilimitada de gasto, algo que ya ha reclamado.

La Vicepresidencia de Irene Montero reforzará a la actual portavoz de Podemos en el Congreso, y eso es visto como un problema serio en el equipo de Gobierno de Sánchez, que quiere limitar el poder de los morados en el Consejo de Ministros. Por eso, si hay más vicepresidencias, el carácter exclusivo del cargo de la podemita queda diluido y hace que sus futuras decisiones con repercusión económica, aún con más razón, tengan que ser elevadas al presidente Sánchez. Traducido: el árbitro, que es de parte del PSOE, decide y el problema queda resuelto.

El plan, además, no es una cuestión exclusivamente provocada por la estrategia defensiva frente a Podemos. Lo cierto es que la responsable de Hacienda -Montero (PSOE)- se ha ganado el favor de Pedro Sánchez y cuenta con un amplio respaldo en el Consejo de Ministros actual. María Jesús Montero es la figura económica en auge y la que, además, cuenta, a ojos del presidente, con la capacidad de juego político suficiente como para atajar los envites -que vendrán- de los hombres de Podemos.

El adiós de Calviño

Hay que recordar que la gran figura económica de Sánchez en su primer mandato está de salida. La ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, ha admitido ya que ha mantenido conversaciones con el presidente Sánchez para impulsar su candidatura como futura directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esa plaza quedará vacante tras la salida de Christine Lagarde camino del BCE y Calviño quiere ocupar el sillón del Fondo.

Montero (PSOE) de este modo gana fuerza como futura diseñadora de las subidas de impuestos que vendrán con el PSOE. Gana fuerza como colchón económico de Sánchez para el conjunto del Gobierno. Y gana fuerza como factor político encargado de lidiar con Podemos y mantener en paz una relación que promete un elevado número de portadas periodísticas.

Montero ha sido ya, de hecho, la artífice intelectual de uno de los grandes proyectos fiscales del nuevo Gobierno: la subida de impuestos autonómicos, especialmente de Sucesiones y Donaciones. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quiere subir el Impuesto a las Herencias en Madrid y en las Comunidades Autónomas donde existe una menor carga impositiva, como ocurre desde la llegada del PP en Andalucía.

Montero (PSOE) fue consejera andaluza de Hacienda y se ha convertido en la máxima defensora de subidas de impuestos a las Donaciones y Sucesiones. Pero, además, de subirlos en el resto de las comunidades autónomas que han optado, como Madrid, por bajarlos o incluso, casi, eliminarlos para colectivos como los hijos o los hermanos.

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