El PSOE no quiere atarse al bloque constitucionalista: rechaza la lista única ideada por PP para el 21-D

PSOE
Mariano Rajoy y Pedro Sánchez en el Palacio de la Moncloa. (Foto: EFE)
Carlos Cuesta

El PP hizo un primer planteamiento para sumar fuerzas de cara a las elecciones catalanas del 21-D. La propuesta: unir fuerza entre los distintos partidos constitucionalistas. Y, más en concreto, entre PP, PSOE-PSC y Ciudadanos. Pero la idea ha topado directamente con la oposición de Pedro Sánchez. Y es que el líder de los socialistas no comparte la idea de anclarse a un bloque con PP y Ciudadanos. Es más, su contestación es tajante: ni se une ni quiere hablar del tema: «Mejor que no presionéis», ha contestado su gente al planteamiento del PP.

La propuesta podía haber supuesto un buen aliciente para derrotar a los separatistas. En primer lugar porque la ley electoral española prima la concentración y entrega más escaños, de forma progresiva, a las listas más votadas que a las que se presentan divididas. Por ello, los mismos votos fraccionados entre las tres formaciones generan menos escaños que si se logran agrupando los votos en una única candidatura.

Pero el PSOE la ha rechazado de forma airada. Y tampoco Ciudadanos la ha acogido con gusto. En el caso del PSOE, hay que recordar que uno de sus objetivos obvios, y reconocido internamente, es captar el voto de ERC y que, por lo tanto, no quiere una identificación constitucionalista más allá del mero respaldo al 155.

La idea del PP partía, además, de una realidad: que es muy probable que al otro lado, en el de los separatistas, el plan de lista única sí prospere. No se trata de una estrategia nueva para ellos. Los separatistas ya la han usado y, de hecho, el matrimonio de fuerzas que ha llevado al golpe de estado proviene precisamente de la alianza entre ERC y los antiguos convergentes.

Pero no se trataría únicamente de una cuestión de rédito electoral. Las ventajas de esta alianza se apoyarían también en la imagen de unidad y de defensa de la Constitución. Un mensaje que podría aprovechar la actual movilización existente en las calles y el voto en defensa de la unidad de España para elevar el techo individual de cada partido y permitir un mejor resultado conjunto. Algo que, ante la premura de las elecciones -se celebran en menos de dos meses- podría ser decisivo para garantizar el triunfo frente a los separatistas.

Las fuerzas separatistas, de hecho, ya han vuelto a plantear este matrimonio, el de Junts Pel Sí. Es decir, volver a concurrir a las elecciones como unión de partidos separatistas, pero con más pretensiones: ya han abierto esa posibilidad a una negociación con la facción catalana de Podemos, como recogieron las actas del partido morado y adelantó OKDIARIO.

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